La Iglesia peruana llora al obispo José Dammert

El ‘padre de los pobres’ y emérito de Cajamarca murió en Lima a los 91 años

(J. L. Celada– Fotos: Andina) Cajamarca y toda la Iglesia peruana están de luto. En la madrugada del pasado 10 de septiembre, fallecía en Lima a los 91 años de edad el que fuera obispo de esa diócesis durante tres décadas, José Dammert Bellido. Ese día -informa la agencia peruana de noticias ANDINA-, autoridades municipales y provinciales y el actual titular de la sede, el agustino recoleto español José Carmelo Martínez Lázaro, izaron una bandera a media asta y guardaron un minuto de silencio en señal de duelo en la Plaza Mayor de la localidad, como recuerdo y homenaje al “padre de los pobres”, así conocido por su intensa labor pastoral en favor de los más necesitados.

Tras conocerse la noticia, la Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), órgano al que sirvió como presidente a principios de los 90, emitió un comunicado en el que transmite “a todos los hombres y mujeres de buena voluntad el sensible fallecimiento” de quien pastoreó la Iglesia de Cajamarca desde el 19 de marzo de 1962, fecha en que Juan XXIII le encomendó este ministerio, hasta diciembre de 1992, cuando Juan Pablo II aceptó su renuncia por límite de edad.

Sencillez y cercanía

Nacido en la capital del país el 20 de agosto de 1917, Dammert Bellido fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 1946. El 14 de abril de 1958, Pío XII le nombró obispo auxiliar de Lima, recibiendo la consagración episcopal un mes más tarde. Pero fue en Cajamarca donde el “pastor de poncho y sombrero” dejó la verdadera impronta de su ministerio. Allí, como reconoce la citada nota episcopal, siempre será recordado “por su enorme aporte a la Iglesia y su lucha por la reconciliación en la población. Asimismo, los fieles lo recordarán por su extraordinaria sencillez, su docencia universitaria y sobre todo su cercanía con la población”.

En reconocimiento a su gran labor pastoral junto al pueblo campesino, la CEP le otorgó al prelado fallecido la Medalla de Oro de Santo Toribio de Mogrovejo en dos ocasiones: la primera le fue entregada en enero de 2002, en el marco de la 81ª Asamblea Plenaria del Episcopado, por su gran servicio a la Iglesia peruana; y la segunda, coincidiendo con la 91ª Asamblea Plenaria de la CEP, quería  conmemorar sus Bodas de Oro episcopales.

Tras el velatorio de sus restos mortales en el Colegio de los Sagrados Corazones y la posterior celebración de una Eucaristía de cuerpo presente en este mismo centro de estudios, el obispo José Dammert recibió cristiana sepultura en el cementerio Presbítero Matías Maestro de la capital peruana.

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