(J. L. C.) La Iglesia colombiana mantiene “una posición firme y no da su brazo a torcer” en torno a tres principios que -como ha reiterado el Papa- no son negociables: la vida, la educación y la familia. Así lo puso de manifiesto el secretario de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en el marco de la Semana Internacional de Bioética, celebrada en Bogotá del 8 al 12 de septiembre.
Fabián Marulanda López, que participó en un panel dedicado a exponer diversos puntos de vista sobre la eutanasia, sostuvo que la vida, la educación y la familia “no son principios o verdades de fe, vienen de la naturaleza misma del hombre y son comunes a la humanidad”, de ahí que “la Iglesia debe defenderlos desde el punto de vista de la razón e iluminarlos desde la fe”.
El prelado reconoció que “todos estamos de acuerdo en querer una muerte serena, sin amarguras, sin angustias, en paz con uno mismo y -en el caso de los creyentes- en paz con Dios. Sin embargo, la Iglesia siempre ha estado en desacuerdo en plantear la eutanasia como un medio de acelerar la muerte”, dijo. “En una sociedad deben convivir pluralidad de creencias -añadió-, pero no de leyes… La dignidad de la vida humana debe mantenerse tanto en los momentos en los que uno goza en plenitud de todas sus facultades, como en aquéllos en los que esas facultades ya están declinando y nos acercamos a la muerte”.
Sobre la eventual excomunión a médicos que apliquen la eutanasia, el secretario de la CEC aclaró que se trata “una sanción moral que afecta a quien está en comunión de fe con la Iglesia”, por lo que “es mejor pedirle a la gente que obre en conciencia, ya que cada persona tiene la suficiente capacidad para saber si hizo bien o mal”.
