Formar a los fieles, el gran reto del Episcopado nicaragüense

El Papa recibe en visita ‘ad limina’ a los obispos del país

(J. L. Celada) Uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta la Iglesia nicaragüense es la “sólida formación religiosa” de sus fieles. Su “valiosa ayuda” como catequistas y delegados de la Palabra exige “una formación religiosa profunda y continuada… y una intachable fidelidad a la doctrina de la Iglesia”.

Eso es lo que piensa Benedicto XVI, quien, al recibir el día 6 a los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) en visita ad limina, les animó a llevar el Evangelio a su pueblo, “de manera que sean fermento del Reino de Dios con su testimonio en los diversos ámbitos de la sociedad y contribuyan a que los asuntos temporales se ordenen según la justicia”. Un encargo, según el Papa, “particularmente importante en una situación en que, a la pobreza y la emigración, se suman acusadas desigualdades sociales y una radicalización política, especialmente en los últimos años”.

Para ello, es preciso también un “clero bien preparado espiritual, intelectual y humanamente”, cuya “abnegada colaboración” -junto a la de los religiosos- reclama “el aliento de sus pastores”. Él mismo que ellos recibieron del Pontífice por compartir “las vicisitudes de vuestro pueblo…” y contribuir a “crear un clima de diálogo y distensión, sin renunciar a defender los derechos fundamentales del hombre y denunciar las situaciones de injusticia y a fomentar una concepción de la política que, más que ambición por el poder y el control, sea un servicio generoso y humilde al bien común”. En este sentido, exhortó a la jerarquía católica nicaragüense a “promover y acompañar tantas iniciativas de caridad y solidaridad con los más necesitados como hay en vuestras Iglesias, para que no falte ayuda a las familias en dificultad ni ese espíritu generoso de tantos laicos que, en ocasiones de forma anónima, se esfuerzan por conseguir el pan cotidiano para sus hermanos más pobres”.

Más adelante, Benedicto XVI compartió con los miembros de la CEN -encabezados por su presidente y arzobispo de Managua, Leopoldo José Brenes Solórzano-, sus inquietudes en torno a la religiosidad popular, “tan arraigada en vuestras gentes y que es una gran riqueza para vuestro pueblo”, pero que “ha de ser algo más que una simple tradición recibida pasivamente, revitalizándola continuamente mediante una acción pastoral que haga brillar la hondura de los gestos y los signos…, colmando el corazón y comprometiendo la vida”.

Finalmente, el Papa se refirió, asimismo, a la “misión esencial de la Iglesia” y al “inestimable servicio a la sociedad” que prestan en el país las instituciones educativas, en particular las escuelas católicas, instando al Episcopado a que anime a los educadores y se esfuerce en “preservar los derechos que tienen los padres de formar a sus hijos según sus propias convicciones y creencias”.

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