El teólogo ya es arzobispo

Obispos, jesuitas, familiares y autoridades acompañan al P. Ladaria en su consagración episcopal

(A. Pelayo) Desde la tarde del sábado 26 de julio, el mallorquín Luis Francisco Ladaria Ferrer ha dejado de ser un teólogo de oficio, profesor durante tantos años en las universidades de Comillas y Gregoriana de Roma, autor de numerosos y muy valiosos libros de investigación, para convertirse en arzobispo titular de Tibica y secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cargo para el que fue nombrado el pasado 9 de julio por el papa Benedicto XVI. Un salto cualitativo en la hoja de servicios a la Iglesia de este ejemplar hijo de san Ignacio, que tal vez hubiera preferido continuar sus tareas de docencia y no cambiar su austera sotana jesuítica por las violetas vestimentas episcopales.

Fue el secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, quien confirió al padre Ladaria la plenitud del sacerdocio ordenándole obispo junto a otro biblista italiano, Ambrogio Spreafico, nombrado obispo-coadjutor de Frosinone. Los otros dos obispos consagrantes fueron el cardenal William J. Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, a cuyas órdenes inmediatas trabajará el jesuita español, y monseñor Vincenzo Paglia, obispo de Terni, muy vinculado a la Comunidad de San Egidio a la que pertenece el nuevo prelado italiano.

En su homilía, el cardenal Bertone –que ocupó durante siete años el cargo al que ahora llega el padre Ladaria– destacó su “seriedad y gran competencia que todos le reconocen, así como su fidelidad a la Iglesia que caracteriza a la institución religiosa a la que pertenece, la Compañía de Jesús”. El secretario de Estado también subrayó la “delicada tarea” que le espera de ahora en adelante.

El padre Ladaria estuvo “arropado” en un momento tan decisivo de su vida por la presencia de sus hermanos jesuitas, comenzando por el Prepósito General, padre Adolfo Nicolás; el cardenal Urbano Navarrete, rector durante años de la Universidad Gregoriana; el actual rector Gianfranco Ghirlanda; el rector de Comillas, José Ramón Busto; y otros muchos compañeros de claustro y de estudios, como el actual director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Federico Lombardi, con el que coincidió durante sus estudios de teología en Santk Georgen de Frankfurt.

Tampoco fue escasa la representación del Episcopado espanol. Concelebraron la Eucaristía en la Basílica de San Juan de Letrán el arzobispo emérito de Zaragoza, Elías Yanes; el secretario de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino; el obispo de Ourense, Luis Quinteiro; el de Canarias, Francisco Cases; el de Solsona, Jaume Traserra; y el de Mallorca, Jesús Murgui, así como los españoles residentes en Roma: monseñor Justo Mullor, presidente emérito de la Academia Pontificia; monseñor Félix del Blanco, Limosnero de Su Santidad; y José Luis Redrado, secretario del Pontificio Consejo para la Salud.

Como autoridades civiles, estaba presente el Embajador de España cerca de la Santa Sede, Francisco Vázquez, y una nutrida representación del Ayuntamiento de Manacor, donde el padre Ladaria nació en 1944. Especialmente emocionados sus familiares –tres hermanas y un hermano–, cuando el nuevo arzobispo utilizó el mallorquín para agradecer su presencia, así como la de la Compañía de Jesús, “a la que –dijo– le debo tanto y en la que he visto tantos ejemplos de entrega y de desprendimiento para un mejor servicio a la Iglesia”.

Compartir