Tauran urge al conocimiento mutuo entre las religiones

El cardenal francés participó, junto con otros líderes y expertos católicos, en la Conferencia de Madrid

(José Carlos Rodríguez) A veces hay iniciativas impulsadas por quienes menos esperaríamos. Arabia Saudí, donde el culto de las religiones no musulmanas está prohi­bido, no es precisamente un ejemplo de tolerancia religiosa. Sin embargo, el rey Abdalá ben Abdelaziz es hoy un gran impulsor del diálogo entre las religiones. Su convocatoria más reciente reunió en Madrid, del 16 al 18 de julio, a más de 200 pensadores y líderes del Islam, cristianismo, budismo, judaísmo e hinduismo.

Esta Conferencia Mundial para el Diálogo nace en otra convención organizada en junio en La Meca por la Liga del Mundo Islámico, que concluyó con una invitación al diálogo. El cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso y enviado pontificio a este encuentro, se ha referido a estas iniciativas como una “prueba tangible de que se comienza a respirar un aire nuevo en el diálogo interreligioso”. 

Para Tauran, que participó en la Conferencia de Madrid el último día, hay tres objetivos urgentes: “Promover el conocimiento mutuo, impulsar el estudio de las religiones de manera objetiva y formar a los ciudadanos en el diálogo interreligioso”. En otro momento insistió en que éste “no puede basarse en la ambigüedad” y rechazó el sincretismo. El cardenal francés recordó que “un diálogo basado en el amor y la verdad entre creyentes es el mejor modo de contribuir a la armonía, la felicidad y la paz de los pueblos de la tierra”. En este sentido, el cardenal espera que la libertad religiosa pueda “incluir la posibilidad para los creyentes de tomar parte activa en el diálogo público”.

La idea de que la paz en el mundo pasa por el diálogo y respeto entre las religiones es una constante en los mensajes del Papa. Su discurso ha calado en el mundo musulmán, como demuestra la carta enviada por 138 intelectuales islámicos a Benedicto XVI en 2007. Varios de ellos acudirán el 4 de noviembre a Roma, donde el dicasterio vaticano ha organizado un foro católico-musulmán.

Es más lo que une

En sus intervenciones en la Conferencia, varios pensadores hicieron hincapié en los principios morales que unen a las religiones. Para el P. Miguel Ángel Ayuso, director del Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos, con sede en Roma, “muchos intentos de diálogo anteriores han fracasado porque se han basado en sacar a flote las diferencias”. Pero “es mucho más lo que nos une a los cristianos, musulmanes y judíos: la fe en un Dios uno, los fundamentos éticos de las tres religiones y un mensaje universal para toda la humanidad”. Para el rabí Arthur Sneier, lo básico es el amor universal. “La Torá judía repite hasta 36 veces que hay que amar al extranjero”.

En la Conferencia se ha denunciado el intento de expulsar a la religión a la esfera pública. Para, de la Fundación Coexistencia, “en Europa se ve la religión como algo privado y nos creemos que todo el mundo tiene que pensar como nosotros”. Por otra parte, uno de los temas que no atrajeron demasiada atención fue el papel de las mujeres, “las grandes olvidadas” en las religiones, a pesar de que suelen ser sus grandes impulsoras.

La Conferencia concluyó con una declaración en la que se invita a la Asamblea General de Naciones Unidas a impulsar el entendimiento entre religiones, civilizaciones y culturas: “Hemos considerado el mundo como una familia que tiene problemas que requieren un esfuerzo conjunto”.

Las excelentes relaciones entre Arabia Saudí y España, cuyos monarcas mantienen una estrecha amistad, favorecieron que esta convocatoria tuviera lugar en Madrid, la capital que del país que lanzó en 2006 la Alianza de Civilizaciones, una iniciativa que ha sido vista siempre con agrado por los países musulmanes.

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