Pablo, modelo para la misión

La Semana de Misionología de Burgos destaca la pasión, coraje y salida al encuentro de este apóstol

(M. Arrivi / Vida Nueva) Estudiando la forma en que actuó san Pablo se puede motivar mucho más el estilo que deben tener los misioneros en la actualidad”. Éste es la razón por la que, según el delegado de Misiones de Burgos, Alejandro García Rodríguez, se ha elegido al ‘apóstol de los gentiles’ como eje temático de la 61ª Semana Española de Misionología, celebrada entre el 7 y el 11 de julio en la Facultad de Teología de Burgos.

De esta figura se debe “aprender a tener una convicción y una vida consecuente con ella”, ya que “el mundo occidental necesita gente que no sólo viva de acuerdo a unos valores, sino que su palabra se exprese con lo que vive”.

De esta oportunidad de “reflexionar, dialogar e intercambiar experiencias” que constituye la Semana destaca el aumento de asistencia (150 personas, un 20% más que en la edición anterior), y la participación de las mujeres como ponentes. Al mismo tiempo, el delegado de Misiones señala la presencia, igual que en ocasiones anteriores, de los miembros de la Comisión Episcopal de Misiones y de numerosos delegados diocesanos.

La última jornada se inició con un debate sobre la interpelación de san Pablo para la misión de nuestra época, que recogía las reflexiones y propuestas de los talleres que se habían realizado los días anteriores. Según los semanistas -informa el gabinete de prensa de las OMP- es imprescindible para la misión actual recoger las interpelaciones que brotan de una figura como la de Pablo, y que fueron acertadamente ofrecidas por las distintas conferencias e intervenciones, que glosaron los diversos aspectos de la vida del apóstol. Éstas deben ser contrastadas con las actuales dimensiones de la actividad misionera. Se hizo hincapié en las actitudes que hicieron de Pablo un gran apóstol (apasionamiento por la misión recibida, convicción, coraje, alegría) así como los ejemplos en la salida al encuentro con los otros y en la adaptación a sus circunstancias.

Nacida en 1946, la Semana de Misionología de Burgos es la única superviviente de las Semanas Misionales que se celebraban en diversos países de Europa. Una de las razones de su vigencia es, para García, su enclave. “Burgos es una diócesis 100% misionera. Puede ser que el ambiente y la constancia que se ha tenido aquí haya sido clave”. La Facultad de Teología, a través del Instituto de Misionología y Animación Misionera, y la Delegación Diocesana de Misiones, han  hecho posible una vez más la constitución de un foro de encuentro, de diálogo y de intercambio de experiencias.

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