Los obispos de Honduras, en visita ‘ad limina’ al Papa

(J. L. C.) Con su presidente y arzobispo de Tegucigalpa, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, al frente, los obispos de Honduras realizaron a finales de junio su visita ad limina al Papa, a quien el purpurado transmitió algunos de los desafíos de la Iglesia hondureña: “El aumento de los pobres, la cancelación de la deuda, las dificultades que se les presentan a las familias…”.

Benedicto XVI, al tiempo que reiteró su “afecto y agradecimiento por vuestra dedicación y solicitud pastoral”, manifestó su “estima y cercanía espiritual” al pueblo hondureño, sobre todo “a los que sufren a causa de la pobreza, la violencia o la enfermedad”, a quienes dijo tener muy presentes en su oración.

No olvidó tampoco el Papa otras dificultades a las que se enfrentan los pastores hondureños, como el secularismo y el proselitismo de las sectas”, agravadas por “la escasez de presbíteros, una de vuestras principales preocupaciones”, como había reconocido minutos antes el propio Maradiaga. Hecho que minimiza la “gran labor” de los religiosos y el “significativo papel” de los laicos.

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