(M. G.) El presidente de la República de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, fue recibido en audiencia por Benedicto XVI el pasado 28 de junio, en un encuentro “cordial”, según la nota de la Santa Sede, e “importante”, según las declaraciones del propio Cavaco. Durante la reunión se trataron temas de “interés común”, subrayando las “buenas relaciones entre la Iglesia católica y Portugal”, punto en el que se trató la situación del Concordato de 2004.
Con respecto al “difícil” momento por el que atraviesa la Unión Europea tras el ‘No’ de Irlanda al Tratado de Lisboa, el jefe del Estado portugués subrayó ante el Papa: “Es importante, para el mundo y para los valores que la Iglesia y Europa comparten, una Europa unida, una Europa fuerte”. Siguiendo con asuntos internacionales, Cavaco Silva destacó a los países africanos de lengua portuguesa como “ejemplos positivos, en comparación con la situación trágica que se vive en Zimbabwe y que la comunidad internacional no puede ignorar”. El presidente, que aprovechó la ocasión para invitar a Benedicto XVI a Portugal, se reunió posteriormente con el secretario de Estado, Tarcisio Bertone, y con Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados.
