Doctrina de la Fe ve “deficiencias” en el ‘Jesús’ de Pagola

La Comisión Episcopal publica una nota ante la gran difusión alcanzada por el libro

(José Lorenzo) La festividad de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, esto es, el 27 de junio, fue la fecha considera oportuna por la Comisión Episcopal de Doctrina de la Fe para hacer pública -previa petición de permiso y ‘afeitado’ de la Permanente de la CEE- la anunciada Nota de clarificación sobre el libro de José Antonio Pagola, Jesús. Aproximación histórica (PPC, Madrid 2007, 544 pp).

Los más suspicaces apuntan que en esa misma jornada se celebraba, mediante una recepción oficial en la Nunciatura de la Santa Sede, el Día del Papa. En todo caso, se confirmaba la prisa desde esa Comisión por publicitar sus reparos -aireados meses antes por ­algunos de sus miembros- y más tras la ­concesión del Imprimatur por parte del obispo de San Sebastián -diócesis donde está incardinado Pagola– a la edición revisada de la obra, que verá la luz en septiembre tras haberse vendido casi 50.000 ejemplares desde su publicación en octubre del año pasado.

Late en toda la Nota la grave preocupación existente en la CEE -y más en esa Comisión- por los efectos de la secularización interna de la Iglesia (motivo de una reciente instrucción pastoral) que hace incluso que se utilicen textos no magisteriales para tratar de fundamentar “las deficiencias” halladas en la primera versión de la obra del que fuera vicario general de San Sebastián.

La justificación de esa Nota, de siete páginas, la basan sus autores tanto en la gran ­difusión del libro como en “una reacción de ­preocupación entre muchos lectores, confun­didos ante planteamientos y ­conclusiones no siempre compatibles con la imagen de Jesús que presentan los evangelios”.

La Comisión de Doctrina de la Fe, que preside el arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, asegura que su dictamen no pretende juzgar las intenciones subjetivas de Pagola, “y menos aún su trayectoria sacerdotal”. “La revisión del libro que el Autor ha aceptado emprender -dice la Comisión- no excluye la clarificación sobre las razones que la han hecho necesaria”, que resumen “en nuestra obligación de ayudar a los miles de lectores de la primera versión a hacerse un juicio de la misma conforme a la doctrina católica”·

Esta “clarificación” la centran desde Doctrina de la Fe en cuestiones de tipo metodológico y doctrinal. En las metodológicas, hallan “tres deficiencias principales”: “La ruptura que, de hecho, se establece entre la fe y la historia; la desconfianza respecto a la historicidad de los evangelios; y la lectura de la historia de Jesús desde unos presupuestos que acaban tergiversándola”.

Aspectos doctrinales

En cuanto a las doctrinales que ven en el libro, se resumen en seis: “Presentación reduccionista de Jesús como un mero profeta; negación de su conciencia filial divina; negación del sentido redentor dado por Jesús a su muerte; oscurecimiento de la realidad del pecado y del sentido del perdón; negación de la intención de Jesús de fundar la Iglesia como comunidad jerárquica; y confusión sobre el carácter histórico, ­real y trascendente de la resurrección de Jesús”.

El último apartado de la Nota se reserva a las conclusiones, donde se reiteran los presupuestos que “condicionan negativamente” la obra: “La ruptura entre la investigación histórica de Jesús y la fe en Él, y la interpretación de la Sagrada Escritura al margen de la Tradición viva de la Iglesia”. Según esto, Pagola, dice la Comisión, “parece dar a entender que, para mostrar la historia se debe dejar de lado la fe, logrando como resultado una historia que es incompatible con la fe”.

En este apartado tan importante, los lectores que hayan leído, o no, esta obra se encuentran con formulaciones un tanto ambiguas para el tema de que se trata, por ejemplo, un “se puede afirmar que el Autor parece sugerir indirectamente”. Sobre todo si lo que sigue a continuación es la calificación del modo de proceder de Pagola como “dañino”, pues “acaba deslegitimando la enseñanza de la Iglesia”. “En el libro -se añade- no se quiere deslegitimar esa enseñanza pero, de hecho, se muestra infundada”.

La Nota acaba reconociendo que el libro, junto a las deficiencias, posee “otros aspectos positivos que hacen agradable su lectura”. “En una presentación histórica sobre la figura de Jesús -se afirma- es deseable que se armonice el rigor científico con el lenguaje sencillo y divulgativo. Sin embargo, cuando la apariencia de rigor oculta deficiencias metodológicas y doctrinales, la fluidez literaria causa confusión y siembra dudas”.

Más información en el nº 2.620 de Vida Nueva.

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