Los obispos argentinos urgen a resolver la crisis agropecuaria

Aunque el Gobierno no acepta su mediación, cada vez son más sus llamadas a la reconciliación y la paz social

(Washington Uranga– Buenos Aires)El conflicto entre la dirigencia agropecuaria y el Gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández, se inició el 11 de marzo a raíz de la decisión presidencial de aumentar los derechos de importación para la soja y otros granos. Mientras los productores consideran que la medida es “confiscatoria”, la mandataria sostiene que se trata de una decisión que contribuye a la “redistribución del ingreso” entre los argentinos.

Más de cien días después, las diferencias entre ambas partes en litigio no sólo no se ha solucionado, sino que mantienen en vilo a toda la población, con interrupciones en las rutas, manifestaciones a favor y en contra del Gobierno, peligro de desabastecimiento de alimentos y combustible en las grandes ciudades y un clima de enfrentamiento que amenaza la paz social. Frente a esta situación, gran parte de los obispos católicos argentinos han convocado a sus fieles a unirse en oración por la paz, el diálogo y la amistad social.

La Comisión Permanente del Episcopado se reunió con carácter extraordinario el pasado 5 de junio y emitió una declaración en la que se afirma que “la persistencia misma del conflicto y la aparente imposibilidad de resolverlo constituyen un signo de debilidad institucional; son una prueba del escaso aprecio que, como sociedad, otorgamos a la importancia y dignidad de la acción política como el ámbito propio para la superación de las diferencias y el afianzamiento de la amistad social”.

Cautela y preocupación

Si bien los obispos han intentado ser muy cautelosos en sus declaraciones públicas, la mayoría de ellos no oculta la preocupación por lo que consideran un deterioro de la “amistad social”. Así lo manifestó también el portavoz de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), el sacerdote Jorge Oesterheld, al anunciar en su momento la convocatoria de dicha reunión extraordinaria del Episcopado. Tras este encuentro, se han sucedido también los llamamientos a los fieles cristianos para que se unan en jornadas de ayuno y oración para “pedir por la pronta solución del conflicto que nos preocupa y por nuestros gobernantes y dirigentes, para que con sabiduría y prudencia allanen los caminos para alcanzar con justicia la reconciliación y la paz social”, tal como lo expresó en un comunicado el Arzobispado de Paraná.

Los dirigentes agropecuarios involucrados en el conflicto realizaron gestiones buscando una mediación de los obispos para alcanzar una solución al mismo. Esa posibilidad, sin embargo, fue descartada de plano por las máximas autoridades de la CEA, al considerar que, en las actuales circunstancias de la relación Gobierno-Iglesia en el país, la gestión sería altamente improbable. Hay que recordar que Iglesia y Gobierno mantienen serias diferencias en varios puntos y que los hombres del oficialismo no dudan en manifestar públicamente su desconfianza ante las actuaciones de los obispos y son claramente discrepantes con las posiciones del Episcopado. Extraoficialmente, el Gobierno ha hecho saber que no aceptará ninguna mediación, tampoco de los obispos.

Mientras tanto, el Arzobispado de Gualeguaychú pidió orar “para quitar los obstáculos del camino del diálogo con palabras y silencios”. El arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, por su parte, invitó a sus fieles a participar en celebraciones religiosas implorando por “el diálogo, el encuentro y la paz de todos los argentinos”, en vista de la tensión social que está generando el conflicto. El obispo de Catamarca, Luis Urbanc, solicitó también rezar “para que cese la confrontación entre los sectores en pugna y se llegue a una pronta solución del conflicto”. Su homólogo de Río Cuarto, Eduardo Martín, pidió “obrar con sabiduría y prudencia, de modo que en todo nuestro actuar aparezca firme el compromiso con la paz y el bien común, especialmente para que no sigan sufriendo más los débiles de nuestra sociedad”.

El obispo de Goya, Ricardo Faifer, se dirigió a los cristianos para solicitarles que oren “diariamente por el fortalecimiento de la paz social y la democracia en nuestro país, mientras dure el conflicto actual”. Marcelo Martorell, obispo de Iguazú, llamó a sus fieles a realizar una jornada de oración por “la búsqueda de la paz, la serenidad, la concordia y la grandeza de corazón a través del diálogo”. Y el obispo de San Luis, Luis Lona, pidió que, “ante la situación que vive nuestra patria, se ruegue por el diálogo, la paz y la concordia entre todos los argentinos”.

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