Zaragoza, la fiesta del agua

(Juan Carlos Rodríguez) Agua va, agua viene, Zaragoza apura la inauguración de la Exposición Internacional, mira de reojo la crecida del Ebro y, desde Ranillas, el recodo del río en el que se ha erigido la ciudad del Agua, otea la gloria y la basílica del Pilar. Del 14 de junio al 14 de septiembre, la Expo será un corazón de Agua y Desarrollo Sostenible, lema y tema de la muestra, que se extiende por 25 hectáreas con pabellones que acogen a 105 naciones. Será un compendio de ecología, espectáculo y arquitectura. El pabellón puente de Zaha Hadid, una de las vías de entrada al recinto y uno de los pocos puentes habitados del mundo, será su mascarón de proa.

Es la Expo 2008, internacional y dedicada al agua, aún sin ser universal como la de Sevilla, ha arrastrado más de 2.500 millones de inversión pública y otros 200 de patrocinio y colabo­ración empresarial. El acontecimiento servirá no sólo para exponer que un tercio de la población mundial carece de agua, sino que actuará como trampolín de una ciudad que emerge al siglo XXI con infraestructuras que no soñaba. Además, se verá inundada con 5.500 actos culturales en 93 días.

 

Juan Alberto Belloch, ­el alcalde, defiende que, además de una perspectiva “educativa y de espectáculo”, la Expo también será un lugar para “aprender valores”. Tres millones de entradas, la mitad de las que se esperan vender, lo han hecho ya. Más de las que logró el Forum de las Culturas en ­Barcelona. Por su parte, Roque Gistau, presidente de la Expo 2008, la describe como la “mayor fiesta del agua en la Tierra” y como “una factoría de entretenimiento, diversión y emociones”. Ofrecerá tres grandes montajes: Cabalgata. El despertar de la serpiente, del Circo del Sol; Iceberg. Sinfonía Poético Visual, de Calixto Bieito, y Hombre vertiente, de Pichón Baldinu. Los innumerables conciertos convocarán a Bob Dylan, Diana Krall, Björk, Alanis Morissette, Gilberto Gil, Juan Luis Guerra, Andrés Calamaro, Chambao, David Civera, Rubén Blades, Patti Smith, María Creuza, Toquinho o Santiago Auserón. En este río, también saciarán su sed los ­amantes de la música clásica, con Zubin Mehta, Daniel Barenboim o Lorin Maazel.

En el interior de la Torre del Agua está ya montado el Splash, la espectacular ­escultura de una gota de agua que estalla a 40 metros de altura. Este símbolo dará que hablar, pero mucho menos, por supuesto, de lo que lo harán los más de 2.000 especialistas internacionales en gestión de recursos hídricos, medio ambiente y naturaleza, encabezados por Mijail Gorbachov, Federico Mayor Zaragoza, Rigoberta Menchú, que analizarán los problemas de la escasez en distintas regiones hidrográficas del mundo. Eduardo Mestre, director de la Tribuna del Agua, asegura que “hablaremos de problemas sólo para buscar soluciones”. Mientras, Gistau afirma: “Vamos a desmontar una forma de pensar, que el agua es un bien libre, sin valor y sin precio. Eso ya no es así”.

Foro ético

Una cita excepcional será el Foro Ético para la Gestión de las Aguas, que tendrá lugar los días 5 y 6 de julio, con la participación de ex ministros como Cristina Narbona (España), Marina Silva (Brasil), Mario Soares (ex presidente de Portugal), Kaver Asmal (Sudáfrica) y Teresa Cohen (Angola), además de personalidades como Domingo Jiménez Beltrán, Leonardo Boff, Vandana Sivha, Danielle Mitterrand, el obispo brasileño Joaquin Piñas o la canadiense Sylvie Paquerot, que elaborarán una Declaración de Principios Éticos.

Ricardo Martín Tezanos, jefe de comunicación, resume el espíritu: “Actuaremos en tres ámbitos: la diversión, la información y la formación. Constituirá un deleite y un asombro para los sentidos, pero también una oportunidad excepcional para informarse y formarse sobre la situación y los problemas del agua en el mundo, un recurso fundamental para el futuro”. Agua y futuro será el guión del Pabellón de España, un bosque de chopos de Patxi Mangado, referente de la arquitectura bioclimática, en colaboración con el Centro Nacional de Energías Renovables, que combina acumuladores de agua de lluvia, colectores solares y paneles fotoeléctricos. Sus pilares recubiertos de barro cocido aprovechan la circulación del aire y el agua para refrescar el entorno. Se podrá ver la muestra Comprender para sobrevivir: el clima y una colección de 13 piedras preciosas talladas, las más grandes del mundo.

Los pabellones, que gozarán de un microclima que rebajará hasta en cuatro grados la temperatura, se agrupan por ecosistemas en ocho zonas temáticas: praderas y sabanas; hielo y nieve; desiertos, oasis y estepas; islas y costas; bosques templados; selvas tropicales; montañas; y grandes ríos y llanuras fluviales. La ordenación de los 105 países se ­hará en zonas ecogeográficas. Los países con menores posibilidades se concentrarán, a cambio, en pabellones comunitarios diseñados por la organización. Éste es el caso de los países del África Subsahariana, que tendrán un edificio tecnológico con un fachada cambiante de 1.700 metros cuadrados que sugerirán la sabana; América Latina, que simulará una selva amazónica a base de lonas verdes y una catarata de 7,5 metros en la plaza central, y El Caribe, en el que se sentirá un huracán en una sala donde soplarán vientos a 60 kilómetros por hora.

Protagonista será también el Acuario Fluvial, que tendrá un volumen de agua dulce de tres millones de litros, y será el gran atractivo turístico al albergar entre 7.000 y 10.000 animales en sus ecosistemas. En total, 300 especies de la fauna de los ríos que la convertirán en la mayor instalación de Europa dedicada a los hábitats fluviales. Este viaje subacuático empezará por la gran pecera central -43 metros de longitud por 9 de altura- y se visitarán los ríos Nilo, Mekong, Amazonas, Darling-Murray y Ebro.

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