Roma abre sus puertas a Vida Nueva

La Embajada de España acoge el segundo acto celebrativo del 50º aniversario

(Antonio Pelayo– Foto: Antonello Nusca) Vida Nueva ha realizado su particular “regreso a las fuentes”, celebrando en Roma, el martes 27 de mayo, sus 50 años de existencia, ya que los orígenes de nuestra revista están ligados a un grupo de sacerdotes que, a mitad de los años 50, vivían en el Colegio Español de la Ciudad Eterna.

Así lo afirmó el presidente del Consejo de Administración de PPC, Javier Cortés, al clausurar el acto conmemorativo del 50º aniversario del semanario en la Embajada de España cerca de la Santa Sede: “Vida Nueva es una forma de estar en el mundo, una forma de ser cristiano, un regalo y al mismo tiempo un proyecto eclesial“.

A media tarde del martes 27, el Palazzo di Spagna abría sus puertas y sus salones para recibir a un muy alto número de personas que quisieron asociarse a la celebración de nuestro primer medio siglo de historia.

Saludo del embajador

El embajador de España cerca de la Santa Sede, Francisco Vázquez, abrió la sesión: “Felicito a la revista Vida Nueva por este aniversario y por haber querido celebrarlo en Roma y en esta Embajada que quiere ser lugar de encuentro, de diálogo, de reflexión, escenario abierto a todos. La revista ha sido expresión clara de libertad, de periodismo objetivo que no sobrepasa límites y se mueve en un clima de serenidad propio de la historia. Al mismo tiempo, quiero también rendir homenaje a toda una generación de católicos españoles vinculados a la revista que tuvo un protagonismo impagable en el tiempo de la Transición, defendiendo el ejercicio de la libertad religiosa y la separación entre la Iglesia y el Estado”.

A continuación, el director Juan Rubio presentó a los protagonistas de la jornada: el arzobispo de Sevilla, cardenal Carlos Amigo; el director de L’Osservatore Romano, Gian Maria Vian, y Joaquín L. Ortega, en su día redactor de Vida Nueva y posteriormente director de Ecclesia, vicesecretario y portavoz de la CEE y director de la BAC. Éste trazó “aquellos viejos tiempos” en que fue primero testigo del nacimiento de la revista de la mano de sacerdotes con los que había coincidido en Roma -Montero, Martín Descalzo, Cabodevilla, Javierre, Alonso Schokel- y posteriormente responsable de la sección Iglesia en España en años “escabrosos, tensos”: “Vida Nueva no era un grupo ideológico ni mucho menos un grupo de presión ante la Conferencia Episcopal entonces casi recién nacida. Había en el equipo, que lideraba Martín Descalzo, una percepción coincidente del momento político, social y religioso y una sintonía de fondo con la Iglesia posconciliar tanto mirando a Roma como a la CEE”.

Gian Maria Vian trazó con generosidad un paralelismo entre nuestra andadura y la de L’Osservatore Romano: “Porque el clima informativo es muy diferente en España y en Italia, quiero destacar la importancia de un semanario como Vida Nueva, que ha sido durante todos estos años una mirada de España y de Europa hacia el mundo, hacia América Latina de forma especial pero no exclusiva”. Vian insistió en que ante el secularismo dominante no hay que rasgarse la vestiduras, sino multiplicar los esfuerzos para hacerse entender por los hombres y mujeres de nuestro tiempo.

Ética y periodismo

El cardenal Amigo, con el garbo y el buen tono en él habitual, impartió una auténtica lección sobre ética y periodismo: “Para que un mensaje sea bien recibido debe ser bien emitido. El catolicismo, el periodista católico, tiene que ser una garantía de calidad, de un trabajo profesional impecable, como solía recordar el gran periodista y cardenal Ángel Herrera“. “Un ciudadano -añadió- tiene derecho a participar en todas las esferas de la vida pública, incluidos los medios de comunicación social, aunque sea católico”. Refiriéndose a Vida Nueva, el arzobispo de Sevilla aseguró que “ha marcado un estilo de información en el terreno religioso“, alabando su libro de estilo, la hoja de ruta que ha forjado su credibilidad a lo largo de todos estos años.

Para subrayar la importancia del aniversario, el embajador Francisco Vázquez organizó para el equipo de Vida Nueva, PPC y el Grupo editorial SM un almuerzo al que asistieron los cardenales Giovanni Battista Re, prefecto de la Congregación para los Obispos; Claudio Hummes, prefecto de la Congregación del Clero; Julián Herranz presidente emérito del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, y el eminente canonista Urbano Navarrete.

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