Benedicto XVI: “La Eucaristía no puede ser un hecho privado”

Miles de fieles acompañan al papa en la procesión del Corpus por las calles de la capital italiana

(Antonio Pelayo– Roma) También en Roma la fiesta litúrgica del Corpus Christi se celebra el jueves y no el domingo, como en casi toda la Iglesia. Fue Karol Wojtyla quien quiso recuperar la tradicional procesión por las calles de la ciudad, que había sido abandonada durante algunos años del pontificado de Pablo VI por motivos de “oportunidad”, que el Papa polaco nunca compartió. Tampoco su sucesor, Joseph Ratzinger, y así, el 22 de mayo, la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo fue celebrada con una pompa exterior que en algunos detalles (estandartes, uniformes de ciertas órdenes, etc.) recordaba a otros tiempos lejanos.

A las siete de la tarde, Benedicto XVI celebró en la plaza de la Basílica de San Juan de Letrán la misa de la festividad, acompañado por su vicario, el cardenal Camillo Ruini (que abandonará esta responsabilidad a finales de junio, ver cuadro), y por numerosos cardenales, encabezados por el secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone.

Como ya es habitual, la homilía del Papa-teólogo fue de altos vuelos: “La Eucaristía no puede ser nunca un hecho privado, reservado a personas que se han escogido por afinidad o amistad. La Eucaristía es un culto público que no tiene nada de esotérico, de exclusivo. También aquí esta tarde no hemos escogido con quién encontrarnos, hemos venido y nos encontramos unos junto a otros, reunidos por la fe y llamados a convertirnos en un solo cuerpo compartiendo el único pan que es Cristo. Estamos unidos a pesar de nuestras diferencias de nacionalidad, de profesión, de extracción social, de ideas políticas: nos abrimos unos a otros para convertirnos en una sola cosa partiendo de Él”.

El Papa comparó el sentido de la procesión por las calles con la experiencia del pueblo de Israel en su éxodo de Egipto, “una larga peregrinación a través del desierto”. “La Eucaristía -dijo- es el sacramento de un Dios que no nos deja solos en el camino, sino que se pone a nuestro lado y nos indica la dirección. En efecto, no basta andar hacia delante, es necesario ver hacia dónde se va. No ­basta el ‘progreso’ si no hay criterios de referen­cia. Es más, si se va fuera del camino, se corre el peligro de acabar en un precipicio o por lo menos de alejarnos más rápidamente de la meta. Dios nos ha creado libres pero no nos ha dejado solos”.

Finalizada la misa, el Papa subió a una carroza donde iba expuesto el Santísimo y recorrió la Via Merulana hasta la Basílica de Santa María la Mayor, donde tuvo lugar la adoración y bendición con la custodia. Una multitud abundante y recogida acompañó a Benedicto XVI, absorto en la adoración del Santísimo Sacramento. En un lugar destacado figuraba la representación de la Embajada de España cerca de la Santa Sede, que, en ausencia del embajador Francisco Vázquez, personificaba su número dos, el ministro consejero Luis Belzuz.

Kasper, en Rusia

Otra fiesta del Corpus con especial significado este año ha sido la del cardenal Walter Kasper en la catedral católica de la Madre de Dios en Moscú, por invitación del arzobispo de la capital rusa, Paolo Pezzi. El presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos ha visitado Rusia del 21 al 30 de mayo, invitado por el metropolita Kyrill de Smolensk y Kaliningrado, presidente del Departamento para las Relaciones Eclesiásticas Exteriores del Patriarcado de Moscú. Estaba concertada una entrevista con el patriarca Alexis II, donde el cardenal alemán entregaría un mensaje y un regalo de Benedicto XVI.

En el itinerario de Kasper estaban previstas sucesivas etapas: en Smolensk, para celebrar con el metropolita la fiesta de san Cirilo; en Kazán, para venerar el icono de la Virgen que Juan Pablo II devolvió a la Iglesia Ortodoxa Rusa, y en el monasterio de Diveevo.

PRÓXIMOS CAMBIOS EN LA CURIA

En Roma se consideran inminentes algunos cambios en la Curia: Angelo Amato, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, sustituirá en la Congregación para el Culto Divino al cardenal nigeriano Francis Arinze, mientras que el cardenal portugués José Saraiva cede su cargo de prefecto en la Congregación para las Causas de los Santos al cardenal Angelo Comastri, hasta ahora arcipreste de San Pedro. Para sustituir el cardenal Ruini como vicario de Su Santidad para la diócesis de Roma, el nombre más citado es el del cardenal Agostino Vallini, prefecto del Tribunal de la Signatura Apostólica.

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