Colombia extradita a 14 ex jefes paramilitares

Se entrega a la policía ‘Karina’, la mujer que comandaba el frente 47 de las FARC

(Gustavo Vélez– Bogotá) En una sorprendente decisión, el presidente Álvaro Uribe ordenó la extradición a los Estados Unidos de varios ex jefes paramilitares y un narcotraficante, detenidos desde hace algún tiempo en las cárceles colombianas. Los primeros se habían entregado voluntariamente, acogiéndose a la Ley de Justicia y Paz, y el último había sido capturado por la fuerza pública.

Una sentencia de la Corte Suprema condicionaba su extradición al buen comportamiento que observaran y al proceso de reparación de las víctimas, dos tareas que no estaban cumpliendo, como señaló el mandatario. Según fuentes oficiales, los ahora extraditados seguían delinquiendo desde la cárcel, promoviendo grupos armados y negocios ilícitos.

Esta masiva extradición levantó gran polvareda en los círculos políticos del país. La oposición le reprochó a Uribe la poca disciplina en los centros de reclusión que, a su juicio, habría permitido tales excesos.

El operativo comenzó el 14 de mayo, y aunque los propios afectados no tenían noticias sobre el particular, sí se les permitió informar a sus familias. Ahora, la mayoría comenzará a rendir cuentas ante las cortes de los Estados Unidos. 

El obispo de Montería, Julio César Vidal Ortiz, por su parte, quien tuvo mucho que ver en el proceso de entrega de estos capos y de sus grupos armados a la justicia, declaró que a él también la noticia le cayó por sorpresa. Sin embargo, como ciudadano, respeta las decisiones del Gobierno y reconoce que si los implicados no estaban cumpliendo las condiciones pactadas con el Ejecutivo, es lógico que las autoridades los entreguen a los tribunales de los Estados Unidos.

Guerrillera muy buscada

Por otro lado, pocos días después, Karina, la mujer que comandaba el frente 47 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), una amplia región del occidente del país, se entregó en el departamento de Antioquia, poniendo fin a una persecución de varios años, informó el propio Gobierno.

Según portavoces oficiales, Nelly Ávila Moreno, alias Karina, de 45 años, se entregó ante el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, policía secreta) y tropas del Ejército.

El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, precisó que la guerrillera se entregó en el caserío Jordania junto a su jefe de seguridad, alias Michín. Considerada como una de las más sanguinarias del grupo rebelde, lleva militando en las FARC más de 20 y “estábamos desde hace mucho tiempo detrás de esta mujer que tanto daño hizo a Antioquia y a la región del Urabá”, confesó Santos.

 

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