Los laicos de Corea del Sur quieren una formación mejor

(M. Gómez) Los laicos coreanos necesitan una formación específica y más profunda para madurar su fe, porque los actuales planes formativos les resultan escasos, tanto en contenido como en la frecuencia de la oferta. Uno de los problemas principales para el hombre de a pie es que no dispone de tiempo suficiente para dedicarle a su educación religiosa, y por eso la mayoría de sus conocimientos proceden de las homilías dominicales. Pero aún así, su interés se mantiene vivo.

La situación la ha puesto de relieve una reciente investigación –presentada a la Comisión de Apostolado Seglar de la Conferencia Episcopal coreana el pasado abril– en la que han participado más de 3.100 laicos de todas las diócesis del país, quienes han manifestado su deseo de alcanzar “una fe más madura”. Según este estudio, realizado por el Instituto para el Apostolado Social de Seúl, lo que más valorarían es profundizar en cuestiones referidas a la relación entre fe y cultura, y fe y vida cotidiana. Entre las medidas que se podrían adoptar, el informe señala la oportunidad de que las diócesis desarrollen planes pastorales apropiados que incluyan cursos de formación sistematizados y con un método pedagógico eficaz.

Estas demandas no deberían caer en el olvido del Episcopado, ya que, tal y como se afirma en el informe, el laicado católico coreano es “una realidad viva, dinámica, eficiente y esencial para el desarrollo de la pastoral de la Iglesia”, según recoge la Agencia Fides. En una población total cercana a los 50 millones de habitantes, el 9,3% (más de cuatro millones y medio de personas) se declara católico. Además, son una comunidad creciente en el extranjero. Según las últimas cifras, de diciembre de 2007, de los casi 7 millones de coreanos expatriados, 149.966 son católicos; de ellos, casi dos tercios están en Norteamérica.

Por otra parte, la Comisión episcopal de Apostolado Seglar pretende impulsar el papel de la mujer en la pastoral de la Iglesia. Así lo manifestó su presidente, Andrew Yeom Soo-jung, durante el seminario ¿Cómo utilizar las capacidades de las mujeres en la comunidad eclesial?, celebrado en Seúl también en el mes de abril. Allí, el prelado reconoció que “la Iglesia ha tenido muy pocas ocasiones para hablar de este tema con las mujeres”, y aseguró: “Espero que los esfuerzos por escucharnos continúen en el futuro”.

Compartir