“Ningún comunicador está exento del ideario de COPE”

Para Juan del Río, “la comunicación desde la Iglesia tiene que ser más viva, menos encorsetada”

(Juan Rubio) Los medios de comunicación, en sus más diversas variedades, ocupan y preocupan a la Iglesia española. La tarea en este sentido viene siendo importante en los últimos años. El obispo responsable de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social, Juan del Río, cree que aún hoy, en España “hace falta una clara y efectiva opción por las comunicaciones sociales en todos los niveles: desde la Conferencia Episcopal hasta las diócesis y parroquias. Si queremos lograr un adecuado lugar para Dios en los medios es preciso, también, que consigamos un lugar para estos medios en la Iglesia”.

El también obispo de Jerez asegura que “hay que romper con la atomización de los muchos medios de la Iglesia, haciendo una labor de sinergia, de comunión, a fin de ser más eficaces, reconocibles y significativos en la sociedad de hoy, donde se han multiplicado los medios y los mensajes que llegan a la gente”. Por ello, el prelado muestra en la entrevista concedida a Vida Nueva su decidida apuesta “por la formación en comunicación, desde el ámbito universitario de nuestras facultades de Periodismo, pasando por nuestros colegios católicos y las familias cristianas, hasta los mismos agentes de pastoral de nuestras parroquias, movimientos y comunidades”.

Imagen polarizada

Para el obispo de Jerez, “la imagen de la Iglesia en nuestro país está polarizada, muy centrada en prejuicios, anécdotas o escándalos. No revela la ingente vida de santidad de muchos de sus miembros y el gran bien que hizo y continúa realizando en la sociedad española. La comunicación desde la Iglesia, sin embargo, tiene que ser más viva, menos encorsetada, con un lenguaje que entienda la gente, abierta y sin sectarismos. Para eso es necesario que evolucionen nuestras estructuras de la Conferencia Episcopal y diocesanas a la altura de una comunicación integral y orgánica, como reclama el momento en que vivimos”.

En cuanto a COPE y su significación en polémicas recientes, el responsable de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social (a la que llegó por primera vez en el año 2000), y que como tal forma parte también de la Comisión Permanente del Episcopado español, dice que “cuando se habla de COPE, no se puede reducir a algunos programas o comunicadores, olvidando que la Cadena la conforman casi mil trabajadores que realizan un excelente trabajo. A todos ellos, especialmente los que tienen más horas de programación o los programas más importantes, les obliga la coherencia con el Ideario de COPE, del que no está dispensado ningún comunicador y nunca puede reducirse a la reserva ‘sagrada’ del área socio-religiosa o los puntuales cortes de las líneas editoriales. La identidad y misión que nacen del calificativo de católico en un medio ha de empapar toda su programación, si no estaríamos en una especie de esquizofrenia mediática”.

Refiriéndose a la crispación en la que se vive en estos últimos meses, el obispo Del Río indica que “la crispación no nos lleva a ninguna parte y su fomento desde los medios es contradecir la propia razón de ser de esto: propiciar la convivencia, la vida social. En ello ha insistido reiteradamente el Magisterio de la Iglesia sobre las comunicaciones sociales que pide que los mass-media sean instrumentos de paz y concordia sin que ello signifique renunciar a la libertad y a la defensa de la verdad, pero siempre con caridad, con respeto a las personas e instituciones. No se defiende a la Iglesia con ‘soflama’, sino mostrándonos sin complejos lo que verdaderamente somos. Y siempre siguiendo la máxima de san Pablo: “No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence el mal a fuerza de bien” .

Palabras claras a las que el prelado no desea añadir mucho más. Entiende que por parte de muchos medios de carácter público “hay una cierta animadversión hacia todo lo católico”. Para él, la causa resulta evidente: “La existencia de un laicismo exacerbado, instalado en el poder y en la cultura con vocación de excluir de la vida pública la presencia cristiana”. “Algunos medios –añade el prelado andaluz– son ‘altavoces de esta postura intolerante, que a la vez, como dice el papa Benedicto XVI en el mensaje de este año para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que acabamos de celebrar, “son megáfonos del materialismo económico y del relativismo ético, verdaderas plagas de nuestro tiempo”. 

Compartir