Huellas de lo sagrado en el arte contemporáneo

Exposición en el Centro Pompidou

(J. C. R.) La búsqueda de lo sagrado es un desafío continuo de la creación artística. Según Heiddeger, el arte consiste en “aportar a los mortales los rastros de los dioses ocultos en la opacidad del mundo”. Y el Centro Pompidou, en París, se propone, nada más y nada menos, que revelar esas Huellas de lo sagrado en el arte del siglo XX, título con el que el 7 de mayo inaugura una excepcional exposición con 350 pinturas, esculturas y videocreaciones: es decir, desde Friedrich a Kandinsky, de Malevitch a Picasso y de Barnett Newman a Bill Viola.

“La exposición quiere preguntarse por la manera en que el arte contemporáneo, en formas a menudo inesperadas, se ha convertido en “la vía profana” de la “irrefrenable necesidad de elevación” del ser humano. Es decir, según uno de sus comisarios, Jean de Loisy, “de cómo subsiste lo religioso en un mundo totalmente secularizado”. Basta mirar: Brancusi, Klee, De Chirico, Chagall, Dalí, Dix, Giacometti

Loisy presentó en París la exposición explicando cómo, a partir del “desencanto del mundo”, una parte del arte moderno se inventó un paisaje de “creencias trastornadas” que sustituyó el habitual –hasta el siglo XIX– sometimiento del artista a las iglesias hasta romper, ya con Nietzsche, con ellas. “Pero esta crisis religiosa no significó la desaparición de la cuestión metafísica. La tesis de esta exposición es que una parte del arte moderno y contemporáneo se inventó a partir de estas preocupaciones”, según Loisy.

El objetivo de la exposición consiste, pues, en explorar los significados de la remanencia de “lo religioso” durante todo el siglo XX y en poner de manifiesto que es “una clave indispensable para la comprensión de la historia del arte moderno” y que, indudablemente, “sigue participando en la creación de las formas contemporáneas”. Pasado y presente, por tanto.

Eso incluye una vasta exploración por la espiritualidad y el esoterismo en Europa y América, por ejemplo, ya desde el romanticismo alemán, con cuatro precedentes fundamentales: Goya, Nauman, Boltanski y Fatmi. Y prolongándose con referencias ineludibles, a través de casi doscientos grandes maestros (Miró, Mondrian, Kandinsky, Roberto Matta, Wilfredo Lam, Rothko, Picasso…) se podrán ver, hasta el 11 de agosto, “las relaciones entre la espiritualidad y el arte contemporáneo”.

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