La Iglesia no logra el necesario acuerdo entre el Gobierno y la oposición
(Ronald Grebe– La Paz) Los dirigentes de Santa Cruz descartaron un diálogo antes del 4 de mayo, día en que el departamento del oriente boliviano celebrará los referendos por los estatutos autonómicos, mientras el presidente Evo Morales insistió en que la Iglesia católica debe dar el primer paso convocando a las partes a ese encuentro.
Entretanto, la preocupación internacional por la falta de entendimiento interno se hace sentir en Bolivia, porque la Unión Europea, la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y la Organización de Estados Americanos (OEA), junto a varios países vecinos, expresaron su predisposición a facilitar un diálogo entre Gobierno y prefectos para atajar la crisis.
Los líderes de Santa Cruz quieren negociar con Morales enarbolando la victoria en su referendo autonómico, sostuvo el analista Fernando Mayorga, aclarando que, por el mismo motivo, el Gobierno no revisará antes de la consulta de mayo sus decisiones polémicas, como el recorte de los ingresos petroleros de las regiones o la prohibición de exportar aceite comestible, que afecta a los productores agrícolas de Santa Cruz. “Queremos autonomías con solidaridad, con unidad nacional y que todas las regiones disfruten de manera igualitaria de todos los recursos del país”, sostuvo el flamante portavoz gubernamental, Iván Canelas.
Autoridades gubernamentales señalaron que el referendo en Santa Cruz y los previstos para junio en Pando, Beni y Tarija no tienen valor legal, mientras que la oposición rechaza el proyecto oficialista de nueva Constitución por las irregularidades cometidas durante su aprobación.
Por otra parte, al concluir su 86ª Asamblea Plenaria, los obispos expresaron su preocupación por el distanciamiento entre regiones, clases sociales y etnias, la polarización ideológica, la excesiva primacía del discurso político y la influencia de sectores radicales que obstaculizan el proceso de diálogo y consenso y que pueden desembocar en confrontaciones con consecuencias imprevisibles de dolor y muerte.
Así, fieles a su “vocación de servicio al encuentro, a la reconciliación y a la paz entre todos los bolivianos”, hacen un nuevo llamamiento al diálogo, “único camino para la paz y unidad de nuestro país”, al tiempo que ratifican su firme voluntad y compromiso de seguir acompañando el proceso de diálogo y concertación, para que se logre el “pacto social”, tan esperado y ansiado por los bolivianos.
Finalmente, los obispos anunciaron que han elaborado un nuevo documento, Enfoque y Directrices Pastorales, que animará la marcha de la Iglesia en Bolivia durante los próximos cinco años.
