Todos somos piezas de este puzzle

Niños de toda España celebran la Semana de Acción Mundial por la Educación

(Victoria Lara– Fotos: CME) “En 2015 todos los niños y niñas del mundo deben tener la posibilidad de acceder y completar una educación primaria gratuita, obligatoria y de calidad”. Esto no debe ser una utopía, pues se trata de uno de los Objetivos Educativos del Milenio, aprobados en el año 2000 por la comunidad internacional en Dakar. Para conseguir su cumplimiento (junto con el resto de los objetivos), se puso en marcha ese mismo año la Campaña Mundial por la Educación (CME), iniciativa en la que participa España a través de una coalición (CECME) formada por cuatro organizaciones no gubernamentales: Ayuda en Acción, Educación sin Fronteras, Entreculturas e Intermón Oxfam.

El resto de objetivos de la Campaña pasan por extender y mejorar la educación integral de la primera infancia; lograr el acceso equitativo de jóvenes y adultos a un aprendizaje adecuado y a programas de preparación para la vida activa; aumentar en un 50% el número de adultos alfabetizados para el año 2015, especialmente las mujeres; eliminar las disparidades entre los géneros en Primaria y Secundaria para el 2005, alcanzando la igualdad de género en educación para el 2015; y mejorar todos los aspectos cualitativos de la educación.

Lo que pretende la Campaña es que esto no se quede en una mera declaración de intenciones, sino que se muevan las “fichas” necesarias para conseguir que estas metas se cumplan. ¿Cómo? Con la presentación de propuestas a los Gobiernos y organismos internacionales para que cumplan sus compromisos en educación, con el fortalecimiento de las alianzas entre las naciones participantes y con la sensibilización y movilización social.

Según Yolanda González, que trabaja en la coordinación general de la CECME, la Campaña “en realidad es una ‘coalición de coaliciones’, es decir, está formada por coaliciones nacionales, regionales, por sindicatos y organizaciones internacionales”. La española pertenece a las denominadas coaliciones “del Norte” que, a su vez, se coordinan con el resto de coaliciones regionales (de América Latina, Asia, África y Oriente Medio) para decidir las actuaciones concretas. La principal movilización que se lleva a cabo cada año es la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME), que se celebra esta última semana de abril y que en 2008 lleva como lema Superemos la exclusión, ¡calidad en la educación!.

En la organización de la SAME colaboran también otras entidades a nivel estatal, entre las que se encuentran Alboan, STESi, Intered, las federaciones de Enseñanza de Comisiones Obreras y UGT, Save de Children, FERE-CECA y la Fundación Cultura de Paz. A nivel autonómico y local participan los Gobiernos de Madrid y Valencia, Movimiento por la Paz y Cáritas, entre otras. La Fundación SM viene siendo colaboradora habitual de la SAME, aunque a partir de este año tiene el firme compromiso de participar también en la financiación de las distintas actuaciones de la CME.

La SAME es una  semana de movilización ciudadana, fundamentalmente de niños, niñas y jóvenes, que pretende acercar las reivindicaciones de la Campaña a la sociedad en general y a los responsables políticos de cada nación. En nuestro país, está previsto que este año participen centros educativos de 16 comunidades autónomas y Melilla. La actividad principal en este 2008 es la elaboración de un puzzle, con la idea de que ésta sea la última de una serie de actuaciones en las que los niños y niñas han trabajado en el aula.

Actos en toda España

Yolanda explica: “Con el puzzle que presentamos queremos expresar que, en el mundo, todos y todas somos importantes. Cada una de las piezas quiere simbolizar la importancia de la educación como herramienta para la inclusión de los grupos y personas excluidas, y que estos objetivos sólo serán alcanzados con el aporte y compromiso”. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, el acto principal se llevará a cabo el 22 de abril, y consistirá en formar un puzzle dentro de la Asamblea de Madrid, con alumnos de distintos centros, e ­invitar a los representantes de los diferentes partidos políticos a que participen y se comprometan.

 

La imagen se repetirá en muchas comunidades autónomas, aunque con variantes, porque en algunos casos el escenario será una plaza (la Plaza Mayor en Valladolid, la Plaza de la Quintana en Santiago de Compostela), una universidad (Valencia), o incluso una playa (Melilla). En otros casos, el acto estará dirigido particularmente a los estudiantes, que compondrán el puzzle y leerán un manifiesto, como ocurrirá en Salamanca y La Rioja. Mientras, en otros lugares se harán otro tipo de actividades: desde un concurso de monólogos (Murcia), hasta una charla en la universidad (Castilla la Mancha, Valencia…), e incluso un Festival Solidario por la Educación (Valladolid).

Los lemas de la SAME en años anteriores se centraron en cuestiones como la igualdad entre niños y niñas (2003: Levantemos las manos por la educación de las niñas), la sensibilización de los políticos (2004: La mayor acción de sensibilización política de la Historia), la lucha contra la pobreza (2005: Educar para erradicar la pobreza), el  papel del profesorado en una educación de calidad (2006: Todos los niños y niñas necesitan profes) y la importancia de la unidad para conseguir los objetivos educativos (2007: Únete ¡Por el derecho a la educación, ya!).

Otras acciones que lleva a cabo la Campaña Mundial por la Educación en España consisten en la celebración del Día Mundial del Profesorado (5 de octubre) y la denominada Iniciativa de Vía Rápida (FTI, en sus siglas en inglés). Esta iniciativa nació en la primavera de 2002, impulsada por el Banco Mundial y apoyada por la UNESCO. Su objetivo es alcanzar en 2015 el ODM educativo (junto con la igualdad de género) de asegurar que para esa fecha todos los niños y niñas accedan y completen una educación primaria gratuita, obligatoria y de calidad.

Compromiso

“La CME ha apoyado y apoya este instrumento para lograr la educación para todos y todas en el 2015 –explica González–. Pero lo apoya, obviamente, desde una visión crítica, es decir, señalando en qué necesita mejorar”. En este sentido, la última semana de abril tendrá lugar una reunión de FTI en Tokio, y un representante de la coalición española irá a presentar un informe a partir de dos estudios de caso realizados en Honduras y en la capital japonesa.

Si se pregunta a una ONG de la talla de Ayuda en Acción por qué decidió sumarse a la CME, la respuesta de Patricia Garcés es clara: “Comprometidos con el derecho a la educación, decidimos integrarnos en la Campaña Mundial en 2002 para contribuir y sumar dentro de sus posibilidades a que los objetivos de Dakar se cumplan y que el derecho a la educación sea real y universal. Desde Ayuda en Acción, el trabajo en red con otras organizaciones es uno de nuestros valores, ya que sabemos que, sólo en colaboración con otras organizaciones, podremos conseguir un mundo más justo”.

Este es el octavo año que funciona la Campaña Mundial por la Educación. No en vano, se han conseguido dar algunos pasos en el cumplimiento de sus objetivos. Se estima que 40 millones de niños y niñas más asisten ahora a la escuela; se han suprimido las tasas escolares en 14 países; la tasa de alfabetización de adultos en los países en desarrollo pasó del 68% al 77% entre el período 1985-1994 y el periodo 1995-2004; en América Latina, el gasto público en educación se ha incrementado visiblemente; y entre 2000 y 2004 aumentó casi el doble la ayuda a la educación básica, aunque en 2005 disminuyó.

 

Beneficios para todos

Coincidiendo con el 30º aniversario de los Premios Barco de Vapor y Gran Angular, la Fundación SM ha decidido donar este año el 70% de los beneficios obtenidos con la venta de las obras premiadas para financiar la Campaña Mundial por la Educación. Leoncio Fernández, director de la entidad, explica que “ésa es la identidad de la Fundación: el 70% de los beneficios del conjunto van a los programas que financiamos y desarrollamos”.

Hasta ahora, la participación de la Fundación ha sido a través de su colaboración con las ONG que forman la coalición nacional, pero además quiere comprometerse directamente con la CME. Una colaboración que aún no está cerrada, pero que, según Fernández, se dividirá en tres líneas de acción: “La edición de material educativo, financiando directamente algunos de los actos públicos que se organicen dentro de la  Campaña y a través de la promoción e intervención en jornadas o encuentros que se organicen dentro de la misma”.

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