Francia: Los líderes religiosos no deben posicionarse

El 77% de los franceses defiende que la religión es una cuestión privada

(M. Gómez) La religión es algo privado y “las autoridades religiosas no deberían tomar postura pública sobre las grandes apuestas de la sociedad”. Así lo creen tres de cada cuatro franceses (77%), e incluso un 65% de los que se declaran “católicos practicantes”. Las cifras las presenta una investigación del instituto Ifop para el diario católico La Croix, titulada Los franceses, la laicidad y el papel de las religiones. Con respecto a éste último, los encuestados responden con claridad (dados los altos porcentajes) pero revelando ciertas paradojas.

Así, mientras la gran mayoría (87%) sostiene que “las religiones pueden crear tensiones en el seno de las sociedades”, un número también muy amplio (79%) defiende que “las religiones pueden contribuir a transmitir a los jóvenes indicaciones y valores positivos, como el respeto al otro, la tolerancia o la generosidad”. Igualmente, el rechazo al posicionamiento público de los responsables religiosos choca en cierto modo con que el 60% afirme que creer en Dios “es una ayuda y un sostén para la vida diaria”. “Queda saber dónde ponen los límites entre la vida privada y los temas sociales”, opinaba Jérôme Fourquet, director del departamento de opinión pública de Ifop.

Por otra parte, cabe destacar que la laicidad es uno de los valores republicanos más importantes, según el 58% de los franceses y el 41% de los católicos practicantes. Para entender a qué tipo de laicidad se refieren, el estudio ofrece dos claves interesantes: por una parte, el 56% no está de acuerdo con “el papel civilizador de las religiones” que el presidente Nicolas Sarkozy ha citado últimamente; además, la ciudadanía se divide a partes iguales (49% a cada opción) entre los que están a favor y los que están en contra de la afirmación de Sarkozy sobre “las raíces cristianas de Francia”. Y por otra parte, la gran mayoría (71%) dejarían “tal y como está” la ley de 1905 de separación entre las Iglesias y el Estado.

Obispos y bioética

Ninguno de estos temas estuvo en el orden del día de la Asamblea Plenaria de primavera de los obispos franceses, celebrada del 1 al 4 de abril en Lourdes y centrada principalmente en una reflexión sobre la bioética, “para aportar una contribución útil a los debates que se van a dar en nuestro país con ocasión de la revisión” de algunas leyes. El presidente del Episcopado galo, André Vingt-Trois, aseguraba: “Lejos de situarnos en la perspectiva de un particularismo confesional, deseamos poner nuestro patrimonio al servicio de la sociedad entera”.

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