Ecuador y Colombia vuelven a tensar sus relaciones

(Vida Nueva) Hace un mes, durante la Cumbre del Grupo de Río en la República Dominicana, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, y su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, zanjaron con un apretón de manos la crisis diplomática entre sus países. Eso parecía, porque Ecuador ha demandado a Colombia ante la Corte de La Haya por los daños que –dice– produjeron en su territorio las fumigaciones con el herbicida glifosato, usado en el combate contra cultivos ilícitos de coca (según Bogotá, controlados por las FARC).

Desde Quito se afirma que dichas fumigaciones se realizaron durante siete años y afectaron la salud de los habitantes y el medio ambiente de la zona ecuatoriana fronteriza. Mientras, el domingo 30 de marzo, Colombia denunciaba la incursión de un helicóptero militar ecuatoriano en el espacio aéreo de su país.

Vuelven, pues, a tensarse unas relaciones que ya venían “tocadas” de nuevo a raíz de los hallazgos en el ordenador del guerrillero Raúl Reyes, abatido en Ecuador, de la muerte de un ciudadano ecuatoriano en su campamento, de los ataques de las FARC desde allí y de las declaraciones del Ministro de Defensa colombiano, quien calificó aquella operación militar de su país en territorio ecuatoriano de “acto legítimo de guerra”.

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