Los obispos piden la abolición de la ley del aborto
(J. M. Castelblanque) Con motivo de la VII Jornada por la Vida, celebrada el 25 de marzo, la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha hecho pública la nota La vida es siempre un bien, en la que alienta las iniciativas que promueven la familia y la vida, como la moratoria internacional sobre el aborto que lidera el italiano Giuliano Ferrara.
En dicha nota se afirma que ciertas prácticas abortivas “que se han producido hace poco y los medios utilizados para ocultarlas” han suscitado de nuevo el debate sobre el aborto en la sociedad. A pesar de calificar de “gran avance” el cese de la práctica ilegal del aborto, los obispos consideran que “la acción genuinamente moral y humana sería la abolición del la ‘ley del aborto’, que es una ley injusta”. Recuerdan que ya en su visita a España en 1982, Juan Pablo II afirmó que “quien negara la defensa de la vida a la persona humana más inocente y débil, a la persona humana ya concebida aunque todavía no nacida, cometería una gravísima violación del orden moral. Nunca se puede legitimar la muerte de un inocente. Se minaría el mismo fundamento de la sociedad”.
A la vez que pide la abolición de la ley del aborto, la Subcomisión Episcopal reivindica la creación de una nueva cultura “donde las familias acojan y promuevan la vida” y se apoye “eficazmente a la mujer”. Para los prelados, una alternativa al aborto es la adopción, más cuando hay “miles de esposos que tienen que acudir a largos y gravosos procesos de adopción, mientras que en España más de 100.000 niños murieron por el aborto durante el año 2006”, afirman.
Para los obispos, ningún católico, ni en el ámbito privado, ni público, puede admitir en ningún caso prácticas como el aborto, la eutanasia, o la coproducción, congelación y manipulación de embriones humanos. “La vida humana es un valor sagrado”, aseveran en su nota, a la vez que afirman que el cristiano “está continuamente llamado a movilizarse para afrontar los múltiples ataques a que está expuesto el derecho a la vida”.
