(M. Gómez) Las cuestiones relativas al “cómo” son las más fáciles, lo difícil es responder a “por qué” y “con qué fin”. Así lo creen los obispos europeos, a quienes no les basta que el Tratado de Lisboa haya dinamizado el funcionamiento de las instituciones comunitarias, porque les preocupa más “identificar de ahora en adelante más claramente la finalidad antropológica del proceso político europeo al que los pueblos se han comprometido”. Reunidos en la Asamblea Plenaria de primavera, del 5 al 7 de marzo, los miembros de la COMECE (Comisión de Episcopados de la Comunidad Europea) han expresado su confianza en el grupo de reflexión, dirigido por el ex presidente español Felipe González, que examinará las políticas de la Unión para 2020-2030: “Queremos colaborar en esta reflexión y contribuir al resultado”, dijo Adrianus Herman Van Luyn, presidente de la COMECE. Durante la Plenaria, los prelados estudiaron el respeto de la dignidad humana y la salvaguardia de la creación como valores que podrán guiar la construcción europea.
