El porcentaje de protestantes desciende en los Estados Unidos

Un estudio revela que la inmigración está añadiendo diversidad al panorama religioso norteamericano

(María Gómez) Los Estados Unidos están al borde de convertirse en un país de minoría protestante”. Con estas palabras y con esta rotundidad lo afirma el último estudio del prestigioso Pew Forum on Religion and Public Life (Foro Pew sobre ­religión y vida pública, afincado en Washington). La investigación sobre el paisaje religioso en los Estados Unidos, cuyos resultados fueron difundidos el pasado lunes 25 de febrero, dibuja un panorama en el que la religión mayoritariamente tradicional está perdiendo terreno ante otros grandes grupos religiosos.

El porcentaje de norteamericanos que se declara protestante ha descendido hasta el 51%, frente a los dos tercios que se declaraban protestantes a mediados de los 80. El estudio del Pew Forum indica que el 44% de los protestantes han cambiado su fe, o en favor de otra o directamente por ninguna. Además, “la población protestante se caracteriza por una significativa diversidad y fragmentación interna, que abarca cientos de denominaciones diferentes agrupadas en torno a tres claras tradiciones”: las iglesias evangélicas (26,3% de la población adulta total), las iglesias protestantes principales (18,1%) y las iglesias históricamente negras (6,9%).

El cambio de religión no es una circunstancia exclusiva del protestantismo. Lejos de ello, la investigación ha venido a demostrar que más de una cuarta parte (28%) de los estadounidenses ha dejado la fe en la que fue criado, o bien por otra religión, o bien optando por ninguna religión. Según los responsables del estudio, la afiliación religiosa de los norteamericanos es “muy diversa y sumamente fluida”. “El movimiento constante caracteriza el mercado religioso americano, ya que todos los grandes grupos religiosos están a la vez ganando y perdiendo adeptos”, señala Luis Lugo, director del Pew Forum, y añade: “Aquéllos que están creciendo gracias al cambio religioso simplemente están ganando nuevos miembros más rápido de lo que los están perdiendo”.

Inmigrantes católicos

El descenso es significativo entre los protestantes, pero también lo es entre los católicos. Mientras que entre la población nativa los protestantes ‘doblan’ a los católicos (55% frente a 21%), entre los nacidos en el extranjero éstos son más (46% frente a 24% protestante). Pero a pesar del impacto de la inmigración, “el catolicismo ha experimentado las pérdidas más grandes como resultado del cambio de afiliación”: uno de cada tres norteamericanos (31%) fueron educados en la fe católica, pero sólo uno de cada cuatro (24%) se definen como tal. El estudio no acaba de explicar por qué. Sin embargo, si algo parece claro es que la inmigración está añadiendo más diversidad al panorama religioso norteamericano, y con ciertas claves para el futuro. Los latinos son uno de cada ocho católicos de más de 70 años y casi la mayoría (45%) de los católicos entre 18 y 29 años. Los musulmanes, que suponen los dos tercios de los inmigrantes, son el 0,6% de la población estadounidense adulta; y los hindúes, aproximadamente 0,4%.

 

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