Siempre fieles a la opción por los pobres como camino y meta

La localidad argentina de Santiago del Estero acogió una nueva edición del Seminario de Formación Teológica

 (Washington Uranga-Buenos Aires) Santiago del Estero, en el norte de Argentina, fue la sede del encuentro que desde hace 23 años vienen realizando de manera consecutiva los cristianos comprometidos en la “opción por los pobres”. La reunión, en forma de Seminario de Formación Teológica para laicos y de carácter ecuménico, tuvo lugar el pasado mes de febrero y contó con la participación de unas 700 personas, la mayoría provenientes de Argentina pero también de otros países de la región, como Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil.

Bajo el lema Desde los pueblos crucificados, vamos por más humanidad, en un clima de celebración e intercambio, los participantes reafirmaron –entre otros propósitos– la decisión de involucrarse en política “con una práctica capaz de generar protagonismo y propuestas colectivas” y de “fortalecer y coordinar acciones en el movimiento social y cultural, planteando constantemente más democracia y más participación”. El Seminario de Formación Teológica es un ámbito no institucional que reúne a cristianos de diferentes denominaciones, mayoritariamente católicos, y que está destinado a promover la reflexión y alimentar la misión cristiana en la sociedad.

En la apertura, el teólogo Ezequiel Silva explicó que “la historia de Dios con su pueblo y su progresiva revelación nos manifiestan con claridad que la vida de los pobres es donde Él escoge revelarse y actuar”. Porque “Dios opta por los pobres, y el Seminario de Formación Teológica quiere ser fiel a esa opción por los pobres”, explicó, apuntando su compromiso con “la realidad de la mayoría de los seres humanos que habitan nuestro planeta, que viven de modo inhumano, como desechos prescindibles”. Y añadió que “la figura de Jesús desvela la estatura completa del ser humano y es para nosotros camino y meta”, por lo que “estamos llamados a ir por esa humanidad, don de Dios para todos los hombres”.

La metodología de trabajo alternó las canciones, las celebraciones con fuerte contenido simbólico, actos públicos y marchas en las que se integró la comunidad local de Santiago del Estero, y los espacios específicamente dedicados a la reflexión teológica y pastoral. Esta actividad se desplegó en cuatro talleres, cuyos temas fueron Culturas juveniles –en el que participaron unos 150 jóvenes–, Corporeidad, ¿Qué hay detrás de cada teología? y Construcción política. En este último espacio los participantes reafirmaron el compromiso de construir “la unidad latinoamericana desde la diversidad” y de “acompañar las luchas por la defensa de la vida”. Entre las preocupaciones de los participantes, figura la búsqueda de herramientas políticas para la transformación en los movimientos sociales, en los partidos políticos y en la gestión del Estado.

Marcha reivindicativa

Durante el encuentro se realizó también una marcha que recorrió las calles de Santiago del Estero, pasando por la catedral, y que concluyó en el Anfiteatro del Pueblo, donde se realizó un espectáculo musical. A lo largo del recorrido se escucharon testimonios y se hizo una parada especial para recordar a dos jóvenes asesinadas en la localidad norteña y cuyo crimen aún no ha sido aclarado por la justicia. Durante la manifestación las proclamas apuntaron hacia las necesidades de construcción social y política que, a juicio de los organizadores, hoy se plantean en Argentina. “Necesitamos buscar y trabajar referencias particulares en cada lugar, pero también ejes nacionales que nos permitan compartir el espíritu de una construcción poderosa, popular y colectiva y, en consecuencia, verdaderamente transformadora”, se escuchó decir por los altavoces. Las comunidades cristianas sostuvieron también que “al poder del culto a la riqueza y la muerte, le oponemos el amor por la vida y vamos por más humanidad”.

Hubo también lugar para las críticas a las denominadas “prácticas humanitarias”, que “generan posiciones mesiánicas, relaciones asistencialistas, paternalistas, de dependencia, clientelares y de manipulación”, opuestas a las prácticas “humanizantes” que respetan y asumen las condiciones de cada persona. Se dijo, asimismo, que estas acciones “no transforman las relaciones de dominación, sino que las refuerzan, y no contribuyen a crear condiciones para que los pobres salgan de su situación”. En esta cita participaron, entre otros expertos, los teólogos Néstor Míguez, Mercedes García Barchmann y Marcelo Trejo, el biblista Óscar Tapia, los científicos sociales Jorge Huergo y Andrea Aguirre, el dirigente social Luis Baronetto y el líder político y sindical Víctor De Gennaro.

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