Obispos franceses: el domingo organiza la vida social

(M. G.) El domingo es “el tiempo de los reencuentros entre generaciones, adultos, jóvenes y niños cualesquiera que sean sus actividades”, porque permite “liberar un espacio para el juego y la conversación entre los hombres”. Si se hace un día como los otros, las consecuencias serán negativas en lo referente a la vida laboral de las personas: “Las ventajas salariales consentidas actualmente desaparecerán ­progresivamente, a menos que se recurra a ­empleos a tiempo parcial que seguirán reforzando las situaciones precarias de muchas familias”.

Si esto pasara, no habría día de permiso común, y la apertura de los comercios no sólo trivializaría el domingo, sino que “antepondría las leyes del comercio a la dimensión amistosa, familiar y espiritual de la existencia”.La reflexión es de la Conferencia de Obispos de Francia (CEF), a través de su comisión para las cuestiones familiares y sociales.

En un artículo titulado “El domingo a riesgo de la vida actual”, publicado en el último número de la revista Documents Episcopat, dos obispos – Jean-Charles Descubes y Michel Guyard, presidente y miembro de la comisión– y el psicoanalista Jacques Arènes reflexionan acerca de la importancia del domingo en la vida del hombre. “El domingo permite darse un equilibrio de vida a menudo puesto en un estado lastimoso debido al ritmo de la semana”, indican en otro lugar del documento.

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