La solidaridad, línea de acción

VIII Encuentro Nacional de Comunidades de Base en México

(Pablo Romo Cedano-México DF) Entre los días 26 de febrero y 1 de marzo, la diócesis de Coatzacoalcos, con su obispo, Rutilo Muñoz Zamora, al frente, fueron los anfitriones del XVIII Encuentro Nacional de Comunidades Eclesiales de Base (CEB’s). Más de 3.000 personas, miembros de 42 diócesis mexicanas, acudieron a la cita para reflexionar sobre La Espiritualidad de las Comunidades de Base.

Siguiendo el ya tradicional método de “ver, pensar, actuar, evaluar y celebrar”, los participantes analizaron la situación del país, apuntando importantes preocupaciones, como el aumento de la violencia, la militarización creciente en nombre del narcotráfico, la criminalización de la protesta como estrategia de contención social y el aumento de la represión. Según el portavoz nacional de las CEB’s, el padre Juan Manuel Hurtado, de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas (Chiapas), la migración de miles de mexicanos y centroamericanos tiene que ser un elemento de reflexión de todos los cristianos, y para las CEB’s, un incentivo para crear casas de atención y acogida.

Otro tema relevante de la discusión en los 25 grupos de trabajo fue la apertura de la frontera con los Estados Unidos y Canadá para importar grano, sobre todo maíz y frijol, y se recordó la lucha contra los transgénicos y la gran manifestación del mes anterior en la Ciudad de México bajo el lema ‘Sin maíz no hay país’.

En el “pensar” con la Palabra de Dios, los asistentes a este XVIII Encuentro confrontaron lo que vieron con lo que Dios quiere, la voluntad de la libertad, del respeto a la dignidad humana, particularmente de los menos favorecidos. La acción fue regional, pero la solidaridad es la línea de acción que “verifica la vida cristiana en una sociedad como la nuestra”, afirmaron los participantes.

Significativo fue el acto de clausura, celebración de la vida, presidido por 11 obispos de diversas regiones del país, varios eméritos, entre ellos, Guillermo Ranzahuer, Samuel Ruiz, Arturo Lona y Hermenegildo Ramírez. La liturgia fue en español y nahuatl, pues tuvo lugar en la parroquia de Zaragoza, mayoritariamente poblada por indígenas.  El evento concluyó con un documento de conclusiones que refleja el pensar y el anhelo de las CEB’s por potenciar la espiritualidad que los anima en el seno de la Iglesia mexicana.

Compartir