Alerta e inquietud continental por la crisis diplomática andina

Ecuador y Venezuela rompen relaciones con Colombia tras la muerte del número dos de las FARC

(Gustavo Vélez-Bogotá) La crisis diplomática que enfrenta a Colombia con Ecuador y Venezuela se agudizó hasta límites nunca vistos el día 3, cuando Rafael Correa, presidente de Ecuador, anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Colombia. Mientras, el máximo mandatario venezolano, Hugo Chávez, ordenaba la expulsión del embajador y de todo el personal diplomático de la representación colombiana en Caracas y el cierre de la frontera. Ambas medidas fueron tomadas en respuesta a la operación militar colombiana en territorio ecuatoriano contra un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que acabó con la muerte de Raúl Reyes, número dos del grupo guerrillero, y de 21 soldados más, dos días antes.

En un comunicado difundido en la tarde del lunes 3, el Gobierno ecuatoriano comunicaba a Colombia la ruptura de relaciones diplomáticas por “la evidente violación de la soberanía nacional y de la integridad territorial del Ecuador”. También calificaba de “cínicas y temerarias” las acusaciones de Óscar Naranjo, director de la Policía Nacional de Colombia, quien había afirmado que Ecuador y Venezuela poseían vínculos con las FARC a raíz de los datos encontrados en la computadora del abatido Raúl Reyes, en los que se evidencian las relaciones del Gobierno de Correa con el grupo guerrillero, así como el envío de 300 millones de dólares de Chávez a las FARC y la intención de éstas de adquirir 50 kilos de uranio.

Dichas acusaciones fueron negadas por Correa, quien sostuvo que los únicos contactos de su Gobierno con las FARC fueron sobre temas humanitarios. “Hemos sido traicionados, no por un pueblo, sino por un Gobierno que no conoce la palabra lealtad”, lamentó el mandatario. Palabras que fueron ratificadas por su ministro de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, quien indicó que en la cita con Reyes se planteó la liberación de rehenes en Colombia como tema exclusivo. Larrea reconoció que estas negociaciones se produjeron poco después de que fueran liberadas Clara Rojas y Consuelo González.

Por su parte, el ministro de Defensa de Ecuador, Wellington Sandoval, aseguró que el Gobierno de su país no tiene que demostrar que tenga vínculos con las FARC. “Nunca los hemos tenido; no los tenemos ahora y nunca los tendremos. Uno lo que tiene que demostrar es su culpabilidad, no lo contrario”, dijo.

En busca de apoyos

Para explicar los motivos de su ruptura con Colombia y obtener apoyo a sus demandas, Correa inició el día 4 una gira por cinco países (Perú, Panamá, Nicaragua, Venezuela y Brasil), donde insistió en que sólo se restablecerán relaciones con su vecino en el “muy improbable caso” de que el presidente Álvaro Uribe “pida excusas sin tapujos”. Éste, mientras tanto, mantuvo contactos con el Alto Representante de la UE para la Política Exterior y Seguridad Común, Javier Solana, y con 12 presidentes y jefes de Estado, a los que explicó el operativo que acabó con la vida de Reyes. Entre ellos figuraba el presidente estadounidense, George W. Bush, quien expresó su respaldo a Colombia y le felicitó “por su valerosa decisión de combatir a las FARC”, manifestó el portavoz presidencial colombiano, César Mauricio Velásquez.

La gravedad de la crisis ha sido reconocida por el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, que convocó una reunión extraordinaria de los 34 países miembros el día 4, a propuesta de Correa, quien desea que la OEA –también la comunidad andina y MERCOSUR– evalúe lo que estima una “masacre” en su territorio. En dicha reunión, el embajador de Colombia ante la OEA, Camilo Ospina, solicitó al organismo interamericano que cree una comisión exploratoria que ayude a buscar alternativas para superar la crisis con Ecuador, a la vez que aseguró que su país apoya la convocatoria de una reunión extraordinaria de cancilleres propuesta por Quito.

Para el presidente ecuatoriano, la operación militar colombiana contra las FARC en territorio de su país frustró las negociaciones para liberar a 12 rehenes secuestrados por la guerrilla, entre ellos la ex candidata presidencial colombiana, Ingrid Betancourt, cuyo precario estado de salud ha sido objeto de múltiples especulaciones en las últimas semanas. En declaraciones a ‘El Noticiero’ de, Correa también aseguró que Uribe mintió al afirmar que la incursión del Ejército colombiano dos kilómetros en territorio ecuatoriano se produjo en un enfrentamiento “en caliente” con las FARC. “Se trató de un bombardeo deliberado al campamento, como puede observarse por las condiciones en las que fueron hallados los cadáveres”, precisó el mandatario.

Por su parte, Uribe anunció que llevará a Chávez ante el Tribunal Penal Internacional: “Colombia se propone, en la Corte Penal Internacional, denunciar a Hugo Chávez, presidente de Venezuela, por patrocinio y financiación de genocidas”. La Corte Penal Internacional tiene la capacidad de investigar a personas de manera individual y es un organismo de justicia subsidiaria, es decir, que investiga cuando la justicia de los países no logra resultados satisfactorios en las investigaciones y hay impunidad. A pesar de esta medida, Colombia no tiene pensado imitar a los Gobiernos de Caracas y Quito, que enviaron tanques y aviones a la frontera, y se mantendrá “prudente”. Así lo ha asegurado el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, que espera que las relaciones con sus vecinos se lleven “con sensatez”.

El 27 de febrero, días antes de la muerte de Raúl Reyes, 17 soldados minusválidos por las  agresiones de las FARC llegaron a Bogotá, y decidieron viajar desde Medellín en sus sillas de ruedas como un rechazo público a las atrocidades del grupo rebelde. Ese mismo día, las FARC liberaban a cuatro ex parlamentarios, gracias a la mediación de Hugo Chávez y la senadora colombiana Piedad Córdoba

RAÚL REYES, EL DETONANTE

A las 00:25 de la madrugada del sábado 1 de marzo, efectivos del Ejército colombiano mataban en territorio ecuatoriano a Raúl Reyes, segundo hombre de las FARC, después de Manuel Marulanda, alias ‘Tirofijo’.

Reyes se convirtió en una de las figuras más visibles de las FARC, gracias a su contacto con los medios y su papel de negociador y vocero ante otros países. Reyes, cuyo nombre verdadero era Luis Édgar Devia Silva, nació el 30 de septiembre de 1948 en la localidad de La Plata, en el departamento del Huila, y en los años 70 se unió a la guerrilla.

Aunque siempre se ha dado por descontado que Jorge Briceño, ‘Mono Jojoy’, era el jefe militar de la guerrilla, mientras que Guillermo León Sáenz, ‘Alfonso Cano’, era el ideólogo, Raúl Reyes adquirió desde finales de los años 90 una mayor relevancia, sobre todo en el campo internacional. 

Esta posición hizo que, de hecho, se le considerase el segundo al mando de las FARC, como responsable del área internacional de la guerrilla, pero es posible que también por ser el compañero o esposo de Olga Marín, hija de ‘Tirofijo’.

Desaparecido Reyes, las FARC anunciaron que Milton de Jesús Toncel, más conocido como ‘Joaquín Gómez’, asumirá su cargo en la dirección guerrillera. Así lo dieron a conocer en un comunicado, divulgado en la Agencia Bolivariana de Prensa.

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