Pedro José Gómez: “Los obispos deberían pisar las parroquias los días ordinarios”

Conclusiones al trabajo sobre el obispo que necesita la Iglesia 

(Vida Nueva) “Los obispos deberían tener una conciencia muy lúcida de por dónde va la sensibilidad cultural de nuestra sociedad y no sólo la de los reducidos entornos intraeclesiales, y menos aún clericales”. Así lo cree Pedro José Gómez, profesor de la Universidad Complutense y del Instituto Superior de Pastoral de Madrid, para lo que invita a los purpurados a “ir más al mercado, pisar las parroquias los días ordinarios, ver cine, tener amigos y amigas no creyentes”, entre otras cosas. Esta es parte de su respuesta a la pregunta de ¿Qué obispos queremos? que esta semana plantea Vida Nueva en su Pliego, y a la que han respondido medio centenar de personas.

De esta forma, según Gómez, los prelados estarán en disposición de “ofrecer una palabra a todos: creyentes y no creyentes”. El semanario ha escogido las palabras de Gómez como la conclusión a este extenso trabajo. “El talante de los obispos debería caracterizarse sobre todo por su fe alegre y apasionada, por su confianza en Dios, por su mirada comprensiva hacia las personas, por su estilo evangélico (sencillo y servicial) y por su capacidad de animar, ilusionar y crear esperanza en la comunidad cristiana”, dice también el profesor.

Añade a estas cualidades la de denunciar públicamente las “situaciones de opresión” y los “intereses corporativos” y en el interior de la Iglesia la tarea del obispo debería ser, según Pedro José Gómez, “acoger a todos los grupos de los distintos estilos sin actitudes discriminatorias, favorecer el diálogo libre y respetuoso entre todos y promover una reforma de la Iglesia orientada a facilitar los valores de la igualdad, la participación, la fraternidad y el compromiso con los valores del Reino”.

Otra de las muchas interesantes aportaciones que recoge el Pliego es la de la teóloga Marta López Alonso, presidenta de la Asociación de Teólogas de España, quien a la hora de elegir una cualidad para el “obispo soñado” habla de “evangélico”, es decir, “pendiente de los intereses de Dios, con la mirada en los lugares donde el Señor de la Vida mira con dolor el drama de sus hijos”. Cree que los pastores de la Iglesia deben ser “hombres que transmitan misericordia, desvinculados de intereses políticos y de los grupos eclesiales de poder”, a lo que debe ir unida la “capacidad de gestionar el miedo para que no convierta las posturas de la Iglesia en trincheras y con capacidad de autocrítica”.

Más información en el nº 2.601 de Vida Nueva (Pliego, páginas 21-32) o en vidanueva.es (documento íntegro en PDF).

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