Reclaman a los obispos un ‘servicio de comunión’

Grupos de laicos, sacerdotes y religiosos critican la nota de la Comisión Permanente ante las elecciones del 9-M

 

(José Lorenzo) Dos semanas después de la Nota de la Comisión Permanente de la CEE,que tantas críticas ha cosechado, también desde instancias católicas,uno de los colectivos más perjudicados por la misma dada su labor de tender puentes, el de la agrupación Cristianos Socialistas, integrada en el PSOE, ha redactado “La Nota que podíamos esperar de los obispos”. Se trata de un texto que, como recalcan, no está hecho en nombre del PSOE, pero que “sí pretende servir de voz a la perplejidad y malestar de millones de católicos que votamos en conciencia y con responsabilidad al PSOE”.

En esta nota, fechada en Salamanca el pasado día 11, este colectivo ofrece once puntos para ser leídos “con detenimiento” y “con ánimo de propuesta y de diálogo”. Entre ellos; se recuerda el magisterio eclesial a propósito del pluralismo político de los católicos; se afirma que “la defensa inviolable de la vida es el primer valor que deber ser defendido”; se apuesta por “la promoción de la familia fundada en el matrimonio” y la no discriminación de las personas homosexuales; se prioriza la opción por los desfavorecidos, apostando por las políticas de acogida e integración de los inmigrantes y sus familias; el fomento de políticas de empleo “con dignidad y seguridad”; o la promoción de la “sana laicidad” que demanda Benedicto XVI .

El texto, que también reclama “un servicio de comunión a los obispos”, considera a la religión “como un bien social y creemos en la fuerza socialmente transformadora del Evangelio y en la fe como factor de reconstrucción de una ciudadanía activa, comprometida y solidaria”.

Críticas de los abades

Pero el disgusto por esta Nota –de la que también hablaron el día 14 el nuncio, Manuel Monteiro de Castro, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero en un encuentro mantenido en la Nunciatura– fue expresamente puesto de manifiesto por la Reunión de Abades y Provinciales de Cataluña (RAP), quien a través de un comunicado dice que ha causado “una polémica muy inoportuna” y de la que no les han gustado “algunos de sus contenidos, propensos a ser manipulados” a pocos días de las elecciones.

Los abades y provinciales recuerdan “que nadie puede ser obligado en conciencia a comprometerse, a través especialmente del voto, con ninguna opción política”, así como tampoco la Iglesia, “ni directa ni indirectamente”, y agradecen a los obispos catalanes “su mesura en los actuales momentos de crispación”.

El texto está firmado por el abad de Poblet, el abad de Monserrat, el prior de Solius, el provincial de los capuchinos, el provincial de los carmelitas descalzos, el provincial de los claretianos, el provincial de los escolapios, el provincial de las escuelas cristianas, el provincial de los franciscanos, el provincial de los maristas y el provincial de los salesianos.

También un conjunto de sacerdotes valencianos agrupados en el llamado Grup de Rectors del Dissabte han salido al paso de la Nota ofreciendo una serie de reflexiones para “colaborar en la formación de la conciencia y ayudar a que el votante católico recupere su libertad, sin miedo ni coacciones, ya que no están en juego posiciones dogmáticas, ni visiones totalitarias, sino programas de acción que cada uno debe libremente discernir”. “Este llamado a la libertad de conciencia”, sigue el texto, “no preside ciertas manifestaciones de algunos obispos, que se identifican peligrosamente con las propuestas más conservadoras, hasta patrimonializar la fe de la Iglesia en un único partido o en ideologías bien definidas”.

Entre las sugerencias a tener en cuenta por los votantes, estos sacerdotes valencianos apuestan por la dignificación de la labor política, profundizar en la participación democrática o apoyar aquellas propuestas que “antepongan los ideales de justicia social y solidaridad”.

Un caldito con mucha ‘Ecclesiam suam’

A pesar de ciertas presiones mediáticas que cuestionan no sólo la oportunidad del famoso “caldito”, sino que deslizan que Manuel Monteiro se ha dejado manipular por Zapatero al arrancarle un encuentro a menos de un mes de las elecciones, en la Nunciatura se estaría viviendo esta situación con total normalidad. No hay que olvidar que los nuncios están acostumbrados a fomentar el diálogo incluso en los regímenes que más asfixian a la Iglesia. Sus armas son –o debieran serlo– las palabras y los gestos de buena voluntad.

Pero más que por el encuentro con Zapatero –del que tampoco se puede esperar gran cosa,–, la preocupación, compartida plenamente por el Vaticano, es que ese diálogo, a día de hoy, no se pueda dar con los obispos españoles y tenga que ser el representante del Papa quien siga empeñado en la tarea de tender puentes y no levantar muros, como señalan fuentes bien informadas a Vida Nueva. Y eso, el Vaticano, lo apoya como doctrina general, y, en este caso, además, lo promueve. Es, como señalan la fuentes, apostar por el diálogo, recuperar el espíritu de la Ecclesiam suam de Pablo VI y no convertirse en instancias encerradas y de ambiente enrarecido.

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