Kolvenbach: “El carácter misionero de la Compañía será el punto central de la discusión”

(Vida Nueva) La 35ª Congregación General de los jesuitas afronta hoy su tercera jornada. Vida Nueva publicó, hace algunas semanas, una entrevista en la que Kolvenbach respondía a las preguntas de José Lorenzo acerca de los motivos que le han llevado a renunciar a su cargo y sobre el futuro de la Compañía. “Después de 25 años al timón del gobierno, creo que la Compañía de Jesús tiene derecho a esperar una infusión de sangre joven”, afirmaba el holandés, quien añadía que llegaba a los 80 años “con todas las consecuencias que la avanzada edad y una salud precaria llevan consigo”.

La renuncia, que ya presentó al papa Juan Pablo II, finalmente fue respondida por Benedicto XVI, quien le dio la facultad de poner su cargo a disposición de la Congregación General. Pero el Prepósito dejaba claro que, a pesar de su caso particular, “la Compañía de Jesús mantendrá el cargo de Superior General de por vida”, es decir, que su sucesor continuará en el cargo “mientras esté en condiciones de guiar la Compañía”.

En cuanto al resto de cuestiones que se están abordando en esta CG, Kolvenbach explicaba que “el carácter esencialmente misionero de la Compañía de Jesús será el punto central alrededor del cual girará el resto de la discusión”. Una actividad misionera entendida como el anuncio del Señor dondequiera no sea conocido o sea mal conocido. “Se trata de salir al encuentro de la cultura contemporánea para proclamar la Persona del Señor, que es el hontanar del que brota nuestra vida y que es el fin último al que se encamina la humanidad. Una proclamación que es una propuesta, no una imposición”, añadía el General de los jesuitas.

Otras cuestiones que está previsto abordar tienen que ver con la identidad, las estructuras de gobierno, el voto de la obediencia, así como la vida interna de las comunidades, la formación de futuros jesuitas, la crisis vocacional y los migrantes, entre otros temas.

En las páginas de Vida Nueva, Peter-Hans Kolvenbach habla también del papel del proceso de beatificación del Padre Arrupe –que requerirá, en su opinión, “un largo tiempo de espera”-, de la posible “crisis de la Vida Religiosa”, de los laicos en la Compañía de Jesús, de las relaciones con Obispos y miembros de la Curia Vaticana y del diálogo Iglesia-sociedad contemporánea.

Más información en el número 2.588 de Vida Nueva (A fondo, páginas 8-10).

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