Maradiaga: “La única manera de detener la inmigración ilegal es creando desarrollo”

(Vida Nueva) Un problema tan actual como el de la emigración por causas económicas no debe ser combatido construyendo muros entre países, sino invirtiendo en desarrollo. Esa es la opinión del Cardenal de Tegucigalpa (Honduras) y presidente de Cáritas Internacional, Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, con quien tuvo la oportunidad de dialogar el periodista de Vida Nueva, José Luis Celada. Lo más interesante de ese encuentro lo encontramos esta semana en las páginas de la revista. “Estoy seguro de que un dólar invertido en desarrollo vale más que mil dólares invertidos en muros”, sentencia el Cardenal, que ve cómo diariamente decenas de hondureños cruzan la frontera arriesgando su vida en busca de una oportunidad.

Reconoce que, en España, los inmigrantes procedentes de América Latina “no se sienten mal tratados”, y pide a la Iglesia que les preste toda la atención posible “porque, de lo contrario, rapidito van a ser presa de las sectas”. La misma atención reclama el cardenal salesiano con los jóvenes, uno de los “puntos de referencia” en su ministerio. “Muchas veces somos nosotros los que no estamos cerca de los jóvenes”, explica el purpurado, “en todas partes la juventud está deseosa de que se le propongan grandes ideales, y en nosotros está saber hacerlos cercanos y asequibles”.

En otro momento de la entrevista el cardenal hondureño se refiere a la clase política y a la necesidad de que ésta adopte una actitud más evangélica, “creo que ha faltado evangelización en el ámbito político”, señala el presidente de Cáritas Internacional, quien ve cómo el laicado ha crecido mucho dentro de la Iglesia, pero poco en el campo de la política y la economía. Esa evangelización sería, en opinión de Rodríguez Maradiaga, una buena manera de que los políticos latinoamericanos recuperasen su maltrecha credibilidad entre la gente.

El arzobispo de Tegucigalpa, que acudió recientemente a clausurar la XIV Asamblea General de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), elogió también la labor de los más de 17.000 misioneros españoles en el mundo, una fecunda presencia religiosa que contradice el diagnóstico emitido por el prefecto de la Congregación para los Institutos de la Vida Consagrada, el cardenal Franc Rodé, en la Conferencia de Aparecida (Brasil), que causó malestar entre los religiosos allí presentes. Maradiaga ve esa intervención, de la que tampoco es muy entusiasta, como “una más entre otras muchas”, superada, eso sí, por el Documento de Aparecida que, según el cardenal hondureño, fue “mucho más iluminador y positivo, un documento que anima, y en el que estoy seguro de que también la vida consagrada se ve reflejada”. El escrito insta también a hacer una conversión de la pastoral en todo el continente americano.

Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, que sonó como papable latinoamericano en el último Cónclave, habla también en Vida Nueva del pontificado de Benedicto XVI: “Hay mucha gente que dice que venía a ver a Juan Pablo II y ahora viene a escuchar a Benedicto XVI. Lo cierto es que el Magisterio es riquísimo, con una pedagogía especial, porque todo el mundo le entiende, y, al mismo tiempo, con una gran profundidad”.

Más información en el nº 2593 de Vida Nueva (A fondo, páginas 8-10)

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