Tribuna

Ratzinger no está ocioso

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Antonio Pelayo, corresponsal de Vida Nueva en RomaANTONIO PELAYO | Corresponsal de Vida Nueva en Roma

“Pedro López Quintana va a ocupar dentro de pocas semanas la Nunciatura Apostólica de Vilnius, en la República de Lituania…”

Se equivocan quienes imaginen que Ratzinger permanece ocioso en su retiro del monasterio Mater Ecclesiae; escribe y recibe visitas.

Una de las últimas personas que acudió a saludarle fue la pintora española Teresa Gaytán de Ayala, que le entregó un retrato que le hizo en su día y que fue expuesto en la Embajada de España ante la Santa Sede con motivo de la clausura del Año de la fe. Iba acompañada por su esposo y el embajador de España ante la Santa Sede, Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga, a los que Benedicto XVI saludó con afecto. Comentando el cuadro, que lo refleja mirando a la Cruz, dijo: “Siempre con la mirada puesta en Cristo”.

En un libro publicado recientemente en Italia y titulado Junto a Juan Pablo II, el papa emérito ha escrito: “Que Juan Pablo II era un santo fue una cosa cada vez más clara para mí en los años de mi colaboración con él. Hay que tener sobre todo en cuenta su intensa relación con Dios, su estar inmerso en la comunión con el Señor”.

En el nº 2.887 de Vida Nueva