Tribuna

CAMINO A LA SANTIDAD – A semanas de la beatificación

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Falta muy poco para el Vaticano reconozca oficialmente a María Antonia de Paz y Figueroa como beata

NICOLÁS MIRABET


Solo tres semanas faltan para la celebración de la beatificación de María Antonia de Paz y Figueroa, conocida por todos como Mama Antula. Será el sábado 27 de agosto por la mañana en la ciudad de Santiago del Estero.

Como no podía ser de otra forma, este acontecimiento es muy especial para la ciudad donde nació y vivió Mama Antula gran parte de su vida. Tal es así que todo lo que está viviendo Santiago del Estero en este tiempo está impregnado por las huellas de Mama Antula.

Entre otras cosas en torno a la vida y la obra de la futura beata, recientemente la postuladora de la causa de canonización de Mama Antula, Silvia Correale, concedió una entrevista a Radio Vaticana. Allí afirmó que la consagrada fue una gran promotora de la dignidad de la mujer de su tiempo, y señaló que tuvo con el beato Cura Brochero un “hilo de caridad” que los une: los ejercicios espirituales ignacianos.

Detallamos a continuación algunos de los temas de los que Correale menciono, otra forma de seguir profundizando sobre la figura de Mama Antula:

LA VIDA DE MARÍA ANTONIA
“Mama Antula era una mujer nacida en el territorio, que nosotros consideramos territorio del Virreinato del Río de la Plata. Por distintas fuentes sabemos que ella nació en lo que hoy es la ciudad de Santiago del Estero en el año 1730. Su familia era una familia notable de la ciudad, su padre ocupaba un cargo en la administración, de aquellos cargos que tenían las familias más importantes, fue por eso que quizá también ella tomó contacto con los padres jesuitas desde muy joven”.
“A los 15 años hizo, lo que nosotros podríamos considerar, un voto de castidad para el apostolado en una forma de consagración apostólica que existía entonces en la Compañía de Jesús que era lo que llamaban el beaterio. Porque si nos situamos en la historia de la Iglesia, en aquel momento las mujeres como vida religiosa existía solo los monasterios de clausura pero los padres de la Compañía de Jesús se dieron cuenta de que la mujer podía ayudar en ciertas actividades apostólicas de vida activa y María Antonia era una beata de la Compañía de Jesús”.
“Su formación era eminentemente de la espiritualidad jesuita y ella estaba volcada a la catequesis, a ayudar a los padres en la organización de los Ejercicios Espirituales y esa era su actividad principal. Teniendo seguramente las características de la espiritualidad jesuita, ignaciana: una vida religiosa esencialmente apostólica, un cristocentrismo apostólico, una vida dedicada a la mayor gloria de Dios, considerando la universalidad de la misión de la Iglesia pero siempre con los pies en la tierra, y viviendo esta realidad de comunión de espiritualidad ignaciana –como dice el papa Francisco– ‘en salida’ hacia las periferias, a los más necesitados. Así es como la encontramos a María Antonia en el momento en que se decide la expulsión de los jesuitas del territorio de España y de las colonias”.

PROMOCIÓN DE LA MUJER
“Una de las actividades apostólicas que realizó María Antonia con gran generosidad, con amor a Cristo, fue el estar muy cerca, acompañar de cerca la realidad de la mujer en situaciones precarias, en situaciones difíciles. Por ejemplo, ella recuperaba a mujeres que trabajaban en la calle, las rescataba, les hacía hacer los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, se preocupaba de su futuro y las acompañaba durante todo el tiempo que fuera necesario. También se ocupaba de las niñas porque en la ‘santa Casa’ a las niñas se les enseñaba a rezar, se les enseñaba algunos elementos de alfabetización y también se les enseñaba normas de comportamiento. Se las educaba, una educación muy primaria, lo que hoy podríamos llamar un oratorio para la infancia, porque efectivamente, María Antonia era enfervorizada en su actividad apostólica y trataba de acompañar a la mujer y de ayudarla a encontrar su dignidad para poder vivir con fidelidad el mensaje cristiano”.

EL CURA BROCHERO
“María Antonia de Paz y Figueroa y José Gabriel del Rosario Brochero tienen un hilo de caridad que los une y que son los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Cuando el Cura Brochero llega al curato de San Alberto se da cuenta de que con la obra de los Ejercicios Espirituales podría hacer mucho bien y acercar la gente a Dios. Por eso viaja a Buenos Aires y reside unos meses en la casa de ejercicios fundada por Mama Antula para conocer cómo se maneja una casa de Ejercicios y cómo se realiza esta actividad. Vuelve a Córdoba y se construye la casa de Ejercicios que está en Villa Cura Brochero. El padre Brochero recogió la herencia de la madre, la llevó a la periferia de la provincia de Córdoba. La madre era beata de la Compañía de Jesús pero el Cura Brochero era un sacerdote diocesano, lo cual impacta muchísimo”.

LA BEATIFICACIÓN
“Si bien Mama Antula vivió los últimos años de su vida y murió en Buenos Aires, la causa de canonización la presenta la arquidiócesis de Buenos Aires. Sin embargo, se ha decidido que la celebración de la beatificación tenga lugar en la ciudad de Santiago del porque María Antonia nació, vivió, hizo su opción vocacional en esta ciudad. También allí aprendió su trabajo apostólico y de Santiago del Estero partió en salida apostólica al resto de la Argentina hasta llegar a Buenos Aires. Sus raíces y su historia personal tienen sede en Santiago y para el norte argentino será un despertar muy potente. Seguramente la participación allí será multitudinaria. Una zona que por distintas circunstancias históricas ha decaído muchísimo en los siglos y será una gran alegría para ellos”.


Radioteatro sobre Mama Antula

En su labor de comunicar el evangelio a través de programas radiofónicos, Producciones Luján puso a disposición de las radios comunitarias un nuevo radioteatro sobre Mama Antula, de 24 capítulos, que pueden descargarse en www.produccioneslujan.org.ar.

Titulado Mama Antula, una mujer fuerte en la fe, cada capítulo tiene una duración de 12 minutos y relatan la vida y la obra de María Antonia de San José, quien caminó de Santiago del Estero a Buenos Aires llevando el mensaje de Cristo.