¿Dios contra las mujeres?

Lucía Ramón(Lucía Ramón Carbonell– Profesora de la Cátedra de las Tres Religiones de la Universidad de Valencia)

“Dios también está en muchas otras [mujeres] que reivindican su dignidad más allá de las interpretaciones patriarcales de la religión que las devalúa. Y en los varones que las escuchan y respaldan sus luchas otorgándoles visibilidad y siendo receptivos a sus necesidades”

 

Este año, la foto premiada por World Press Photo me parece un icono extraordinario para meditar en el Día de la Mujer Trabajadora. La instantánea ha sido elegida entre 101.906. Muestra a unas mujeres protestando desde una azotea de Teherán tras las polémicas elecciones de junio de 2009. Aunque no podamos escuchar sus voces, silenciadas por un régimen dictatorial y acalladas por el zumbido mediático, podemos acceder a ellas gracias a la mirada sensible del fotógrafo italiano Pietro Masturzo.

Indigna y estremece ese silencio que clama al cielo. Son mujeres que han visto recortadas sus libertades “en nombre de Dios”. Pero, ¿de qué dios? En nombre del dios mezquino de unos fanáticos que abusan de la religión para legitimar su ideología y su poder. Y entonces, ¿dónde está Dios en todo esto? Sospecho que está en ellas como hambre y sed de justicia, como fuerza para la rebelión que las impulsa a gritar desde las azoteas, a rasgar el velo de silencio con que el régimen iraní quiere cubrirlas. Dios también está en muchas otras que reivindican su dignidad más allá de las interpretaciones patriarcales de la religión que las devalúa.

Y en los varones que las escuchan y respaldan sus luchas otorgándoles visibilidad y siendo receptivos a sus necesidades. Dios también está en aquéllas que inventan un nuevo lenguaje religioso más inclusivo, que dé cuenta de las experiencias, anhelos y preguntas de las mujeres de carne y hueso.

Ése, y no el dios de los fanáticos, es el verdadero Dios que no ha sido pervertido por intereses sectarios. Un Dios que sólo tiene una preferencia: aquéllos que están oprimidos y en situación de mayor necesidad, y que, en nuestro mundo, son mayoritariamente mujeres.

En el nº 2.698 de Vida Nueva.

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