Un merecido premio para Anawin

(Maite López Martínez) Un premio es siempre una buena noticia. Es, no lo olvidemos, un reconocimiento público de un grupo a una persona o entidad en el que se valoran determinados aspectos de su vida o de su actividad. Es una buena noticia porque pone de manifiesto que determinadas acciones o individuos, aunque no lo parezcan, desarrollan una importante labor y, sobre todo, un servicio a la sociedad.

El caso de los premios Alandar no lo es menos. Alandar es una revista de información social y religiosa que nació en 1983 de la mano de un grupo de profesionales creyentes de la comunicación, que han mantenido una línea clara de compromiso con los excluidos y de anuncio del Evangelio. Los premios nacieron a la vez que la publicación y sólo en dos ocasiones han recaído en cantautores cristianos. En 1994 fue concedido a Migueli, por su labor de animador social y llevar su música de “aire fresco” a las cárceles y ambientes más pobres. Trece años más tarde, se lo entregaron a Luis Guitarra, por su creatividad al haber sido capaz de inventar nuevas formas de distribución de su música cantando siempre a los preferidos de Jesús de Nazaret.

Este año de nuevo toca dar la enhorabuena a un grupo de música: Anawin. El tercero de los premios, tal como reza la nota oficial (los otros son al teólogo José Antonio Pagola y la EFETA), es una apuesta por la alegría, la comunicación, la vida y la utopía a través de la música. Un grupo cristiano que eligió el rock como el mejor estilo musical para gritar que otra sociedad y otra forma de vivir la Iglesia son posibles y del que ya hablamos en este mismo espacio elogiando Barrio esperanza, su último disco (VN, nº 2.597). Para saber más detalles sobre los premios, recomendamos visitar la web www.alandar.org

mtlopez@vidanueva.es

En el nº 2.710 de Vida Nueva.

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