Getafe insta a crear espacios de acogida para inmigrantes

La diócesis critica, en la Semana de Pastoral Social, las trabas de la Ley de Extranjería

(Marina de Miguel) La nueva Ley de Extranjería penaliza la solidaridad humana, restringe el derecho a vivir en familia, contempla un trato incorrecto a los menores de edad, primando la condición de extranjero sobre la de menor, y dificulta al máximo el acceso a los recursos judiciales, sanitarios y educativos”. Así de tajantes se muestran las delegaciones de Cáritas diocesana, Pastoral Penitenciaria, Pastoral Obrera y Migraciones del Obispado de Getafe en el manifiesto con el que cierran la segunda Semana de Pastoral Social.

Celebrada del 12 al 17 de abril bajo el lema El sur de Madrid. Tierra de acogida, esta iniciativa pretende, a través de diversas actividades, como ponencias y visitas a los centros penitenciarios de la región, mostrar su compromiso como Iglesia de “sensibilizar a la población para que veamos siempre a los inmigrantes como personas y no como portadores de documentos o sujetos a los que el mercado da una cualificación”.

El texto, que fue leído en un acto en la vía pública, parte del derecho que tienen todas las personas a la migración y reconoce la dignidad y los derechos del inmigrante, tanto del que tiene papeles como del que está en situación irregular, además de su dignidad como trabajador, que debe ser respetada y promovida.

Con estas premisas, las delegaciones seña-lan que “las propuestas legislativas no deben olvidar que los inmigrantes son, ante todo, personas, hijos de Dios con sueños, ilusiones y con familias que dependen de ellos”. También alertan de “la utilización de la crisis económica como justificación para aprobar una ley (la de Extranjería) que no va a resolver los graves problemas económicos y de desempleo del país”.

Pacto de Estado

Entre las medidas que proponen los firmantes se encuentran las de retomar la necesidad de un consenso social que pueda dar lugar a un Pacto de Estado sobre el Hecho Migratorio; asegurar el acceso a los derechos sociales básicos para todos, o la de animar a  los gobernantes a que, con motivo del Año Europeo de lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, lideren un modelo de sociedad española europea inclusiva e integradora.

Como miembros de la Iglesia, las cuatro delegaciones se comprometen a “un cambio de estilo de vida que dé lugar a un cambio de sociedad donde no haya excluidos ni extraños”, a asumir la defensa pública de los inmigrantes y a promover espacios de acogida en las comunidades cristianas.

En el n º 2.704 de Vida Nueva.

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