Escuelas Católicas ratifica su espíritu aperturista

Aboga por un pacto educativo que no discrimine a la enseñanza concertada respecto de la pública

Lección-Religión(Marina de Miguel) Una escuela no excluyente y de acogida a todos, independientemente de su cultura, credo o nación”. Así se reafirma Escuelas Católicas en la declaración final de las Asambleas de la Federación Española de Religiosos de Enseñanza-Titulares de Centros Católicos (FERE-CECA) y la Confederación de Centros de Educación y Gestión (EyG), reunidas en Madrid el pasado 11 de marzo. “Seguirá acogiendo y atendiendo la interculturalidad y la diversidad (necesidades educativas especiales) y ello de forma proactiva”, continúa la nota, expresando su convencimiento de que esta actitud es un “enriquecimiento para la educación de todos y para la plena inserción de los individuos en una sociedad plural”. Por esa razón, aboga por “una enseñanza en valores que permitan la construcción de una cultura de paz y una sociedad democrática, justa y solidaria”.

Los representantes de los titulares de sus 2.200 centros educativos católicos afiliados –que representan más del 70% de la enseñanza concertada española– ven necesario un Pacto por la Educación, en aras de aportar estabilidad al sistema educativo y evitar las tasas de fracaso escolar. El acuerdo, dicen, debe defender la libertad de enseñanza y no discriminar a la enseñanza concertada.

Negociación colectiva

Aspectos como la identidad de la escuela católica, el diálogo fe-cultura, la calidad y excelencia de los centros o la formación, asesoramiento y acompañamiento de los directivos, constituirán los pilares básicos del trabajo de los próximos años. Junto a su compromiso por lograr una mayor dignificación, profesionalización y reconocimiento del docente, Escuela Católicas ratifica su deseo de colaborar con los distintos sectores sociales en la búsqueda de soluciones en la negociación colectiva. Reclama, a su vez, una “mayor autonomía para los centros educativos, en la gestión y organización, en lo pedagógico-curricular y en el de carácter propio”.

También la Unión APPRECE España (Asociación Profesional de Profesores de Religión en Centros Estatales) ha mostrado su adhesión al Pacto Educativo. Durante su Asamblea General Ordinaria, celebrada el 6 de marzo en Toledo, bajo el lema Derecho a la negociación colectiva, acordaron el envío al Ministerio de Educación y a los responsables de los partidos políticos de una batería de propuestas para que se logre un pacto de Estado “mediante una fórmula que sea válida para dar respuesta al pluralismo social y sea respetuosa con los derechos de todos”.

Con respecto a la situación actual que está viviendo el profesorado de Religión, desde APPRECE se exige una negociación colectiva propia desde sus órganos específicos de representación, de acuerdo con el Estatuto de los Trabajadores, como personal laboral docente, y de la ley del Estatuto Básico, en cuanto empleados públicos. También se acordó insistir en una vía propia para la regulación de este colectivo.

 

EL OBISPO Y EL MINISTRO

El importante papel que juega la Iglesia en el ámbito de la enseñanza fue reconocido el pasado 16 de marzo con el encuentro que el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, mantuvo con el obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, en calidad de presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis. Durante la reunión, enmarcada en las conversaciones que el ministro está entablando con diversas instancias educativas sociales y políticas de cara a la consecución de un pacto educativo, López Llorente recordó que los obispos llevan muchos años abogando por un acuerdo de Estado en esta materia, al considerarlo esencial para el futuro de la educación en España, e insistió en que debería contar con todos los actores implicados, teniendo en cuenta que los primeros titulares del derecho fundamental a la enseñanza son los padres de familia y la sociedad, con las diversas instituciones que la integran. Además de subrayar el peso de la escuela católica en el actual mapa educativo español, insistió en la necesidad de abordar cuestiones pendientes con referencia a la enseñanza de la Religión dentro de las relaciones Iglesia-Estado.

Esa misma jornada, Gabilondo recibió al nuncio papal, Renzo Fratini, con quien departió sobre temas educativos referidos a la Iglesia y a la enseñanza de la Religión y contemplados en los Acuerdos Iglesia-Estado, en especial, el de Educación y Asuntos Culturales.

En el nº 2.700 de Vida Nueva.

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