Editorial

Sudáfrica, un Mundial para la dignidad

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Publicado en el nº 2.709 de Vida Nueva (del 22 al 28 de mayo de 2010).

La única victoria que merece la pena es la de la dignidad humana”, dice el cardenal arzobispo de Durban, Wilfred Fox Napier, en este número de Vida Nueva ante la inminente celebración del Mundial de Fútbol de Sudáfrica, que se inaugura el próximo 11 de junio. Sus palabras resumen el sentimiento con el que la Iglesia de ese país acoge este evento deportivo, un hito para un continente que tiene a 22 de sus naciones en la cola del ránking de las que soportan los índices de desarrollo más bajos del planeta, aunque esto no sea noticia, ni tan siquiera cuando, el pasado día 25, hemos celebrado con sonoro desinterés el Día de África.

Este acontecimiento supone, además, una importante fuente de ingresos para un país azotado por el desempleo, en donde crece, de nuevo, el odio racial. De ahí que las autoridades se empeñen por trasladar un mensaje de optimismo, conscientes de lo que puede suponer para el definitivo despegue económico de la nación más desarrollada del continente ser el centro de las miradas de medio plantea a lo largo de todo un mes. Y, sobre todo, cuando el impacto de la crisis económica se ha dejado sentir en cuanto a las previsiones de visitantes.

Pero estas citas deportivas suelen ir acompañadas de otras demostraciones en las que el fair play está muy lejos de ser un objetivo prioritario: demanda de prostitución, explotación infantil… Frente a todo ello advierte la Iglesia sudafricana, y en su erradicación viene dedicando grandes esfuerzos pastorales. Estaría bien que la prensa desplazada hasta Sudáfrica, que ha diseñado interminables horas de programación para no perder detalle de todo el circo que acompaña a las selecciones nacionales, y que va a generar importantes ingresos publicitarios, hiciera el esfuerzo de acercarse a la otra Sudáfrica, la que vive lejos de los estadios, y retransmitiese alguna de esas otras victorias de las que habla Napier, historias también de superación, juego colectivo, entrega e ilusión.