Libros

Ciencia y religión


Un libro de Agustín Udías Vallina (Sal Terrae, 2009). La recensión es de Ignacio Núñez de Castro.

————

Ciencia y religión. Dos visiones del mundo

Autor: Agustín Udías Vallina

Editorial: Sal Terrae

Ciudad: Santander

Páginas: 424

————

(Ignacio Núñez de Castro, SJ) Sal Terrae, en su colección Presencia Teológica, nos ha ofrecido títulos sobre el diálogo ciencia y religión, desconocidos hasta hace poco para los lectores de habla hispana; autores anglosajones como Ian G. Barbour (Encuentro entre ciencia y religión), John Polkinghorne (Ciencia y Teología y Explorar la realidad), Denis Edwards (El Dios de la Evolución) y, últimamente, la interesante obra del profesor de Teología de de Georgetown, John H. Haught, Cristianismo y Ciencia, han aparecido traducidos al español. Todos ellos constituyen una pléyade de pensadores que, desde la teología evangélica o católica, reflexionan sobre la visión del universo que nos dan las ciencias actuales (Cosmología, Física, Biología, fundamentalmente) y su encuentro con el pensamiento cristiano.

Agradecemos a Sal Terrae que nos presente ahora en la colección Panorama la obra del profesor Agustín Udías Vallina, jesuita, catedrático de Geofísica de la Complutense, buen conocedor de la ciencia actual, quien desde 2001 imparte un curso de Ciencia y Religión en la Facultad de Ciencias Físicas. Udías nos ofrece aquí sus reflexiones como especialista de los temas recurrentes en el diálogo ciencia-religión: el caso Galileo (capítulo 6) y sus consecuencias históricas, o el difícil problema de la aceptación de la evolución, desde Darwin hasta hoy, como la explicación más plausible de este mundo en el que vivimos. Los temas candentes en el diálogo ciencia-fe actual: origen y evolución del universo, origen, evolución de la vida y aparición de la conciencia, estudiados en los capítulos 7-9, son tratados rigurosamente tanto desde el punto de vista científico como del religioso.

“Ciencia y religión son las dos fuerzas más poderosas del mundo”,  afirma citando a E. O. Wilson. El autor se une a todos los que piensan en la necesidad de superar los conflictos antiguos. Ciencia y religión constituyen dos formas de acercamiento a la realidad, y de ello se deduce que es muy importante conocer las características del discurso científico y del discurso religioso, para lo cual es necesaria una reflexión epistemológica; el capítulo 2 intenta ser una reflexión desde la filosofía, como campo intermedio entre la ciencia y la religión. El capítulo 3 nos introduce en el problema del reduccionismo materialista o naturalista como explicación última de la realidad; Udías distingue el materialismo metodológico, propio de la ciencia, en cuanto que estudia los procesos que pueden ser observados por la experiencia, pero no acepta un materialismo ontológico, puesto que puede haber campos de la realidad que queden fuera del horizonte captado por la metodología científica, como son las experiencias subjetivas.

Ética interna

No se escapa al autor que tanto la ciencia como la religión son fenómenos culturales y sociales que, consecuentemente, tendrán una gran influencia en los comportamientos humanos; de ahí que dedique a una ética interna de la ciencia y sus problemas los últimos capítulos 11 y 12. La ciencia es un quehacer humano y los científicos deben sujetarse a las valoraciones que nacen de la misma práctica de la ciencia: buscar la objetividad y la verdad; de igual modo, los científicos deben estar atentos a las consecuencias que puedan derivarse de sus descubrimientos, es decir, tener sensibilidad para captar problemas actuales concretos: el medio ambiente, el crecimiento demográfico, los desequilibrios energéticos y la calidad de vida.

Es frecuente en alguna literatura sobre la relación entre ciencia y religión acudir a los resultados de encuestas hechas a los hombres de ciencia. El capítulo 10 trata sobre “Los científicos modernos y la pregunta sobre Dios”. Además del libro clásico en español de Antonio Fernández Rañada, se citan varios autores de lengua inglesa, francesa y alemana. Udías se hace eco de las encuestas realizadas tanto en 1916 como en 1996 a científicos norteamericanos; por el análisis de las mismas no se puede afirmar que entre los científicos haya un porcentaje mayor de increyentes. Parece ser que, en la última encuesta, realizada sólo a los científicos de elite, el número de los que se confiesan agnósticos es mayor; sin embargo, se ha objetado que la imagen de Dios que se refleja en la encuesta es muy tradicional y que debería ser repetida en otros términos. El caso de la Europa actual más secularizada es diferente, aunque no hay encuestas serias. Se deduce que entre los científicos, como en otras profesiones, hay un número parecido de increyentes (agnósticos) y de creyentes. Acaba el capítulo con una referencia a la fe de los llamados físico-teólogos, en especial unas páginas dedicadas a los físicos cuánticos, entre ellos Heisenberg.

Nos hallamos ante un volumen extenso (más de 400 páginas), muy serio y documentado, con referencias bibliográficas muy actuales sobre el problema ciencia-religión. Se puede decir que el autor es buen conocedor de toda la literatura anglosajona sobre el tema, hoy día muy extensa. El libro es claro, ameno y fácilmente asequible para quienes no estén familiarizados con el mundo de las ciencias. Se trasluce en toda la obra el esquema mental disciplinado del profesor. Libro que recomiendo como lectura obligada a todos los estudiantes de Teología en nuestros seminarios, como complemento para  disciplinas como la Filosofía de las Ciencias y la Filosofía de la Naturaleza, así como la Teología de la Creación. Volumen también apto como libro de consulta para personas sensibles al pensamiento actual y que buscan una respuesta desde la fe cristiana.

Se echan de menos –cosa que hubiera sido fácil para la editorial– un índice onomástico y otro analítico, aunque la pedagógica distribución en capítulos y secciones favorece su lectura.

En el nº 2.710 de Vida Nueva.

Actualizado
04/06/2010 | 08:33
Compartir