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portada Pliego Tarancón el cardenal de la Transición 3042 julio 2017
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Tarancón, el cardenal de la Transición

(…) Si me he detenido en subrayar la figura del cardenal Cisneros, se debe a que pienso –y esta es una opinión mía muy personal– que, después de él, ningún otro cardenal ha ejercido tanta influencia en la vida religiosa y política de España como don Vicente Enrique y Tarancón.

Ya sé que a algunos esta les puede parecer una exageración, pero yo me atrevo a sostenerla y a discutirla. Entre las notas que unen a estas dos egregias figuras de nuestra historia, destacaría, por ejemplo, que ambos fueron muy discutidos en su época, que los dos suscitaron envidias y celos entre sus hermanos obispos, que pusieron un extraordinario empeño en la regeneración del clero, que hicieron aportaciones muy importantes a la cultura y que, en momentos muy complicados de la historia de nuestra nación, jugaron un papel muy importante y me atrevería a decir que decisivo.

Para que no juzguen excesiva esta afirmación, voy a citar dos opiniones más autorizadas que la mía. La primera es del profesor de la Universidad Pontificia de Salamanca Juan Martín Velasco, quien, en una biografía dedicada al cardenal Tarancón en la revista ‘XX Siglos’, afirmaba: “Pocas personas dudarían en proponer al cardenal Tarancón como la personalidad más influyente de la Iglesia española durante la segunda mitad del siglo XX. Muchas le incluirían, además, en el grupo de los que más eficazmente han ayudado al pueblo español a responder a los difíciles retos con los que se enfrentó en ese período crucial de su historia reciente”.

La segunda tiene aún mayor autoridad, puesto que procede de quien fue su sucesor en la Archidiócesis de Madrid y en la presidencia de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Antonio María Rouco Varela, al que, por otra parte, muchos comentaristas han presentado como el anti-Tarancón por excelencia. Pues bien, en la homilía que pronunció en la celebración de las exequias de su predecesor, dijo: “Don Vicente, como todos cariñosamente le conocíamos y tratábamos, fue una figura excepcional en la vida de la Iglesia y de España. La figura del cardenal Tarancón pasará a la historia de la Iglesia y de España, historia peculiarísima, historia marcada por el encuentro mutuo –encuentro de Iglesia y Estado, de Iglesia y cultura, de Iglesia y pueblo– como la del gran promotor del diálogo, de la reconciliación y de la paz”.

Añadiré aún otra más: la del profesor de la Universidad Pontificia Comillas Juan María Laboa, que ha estudiado con seriedad científica la trayectoria del cardenal. “Creo –escribió en el número especial que la revista Vida Nueva publicó al cumplirse el centenario de su nacimiento (VN, nº 2.564, 5 de mayo de 2007)– que se puede afirmar que Tarancón ha sido uno de los pocos líderes religiosos que ha tenido este país, desde luego en el siglo XX”.

Índice del Pliego

  • 1. El gran cardenal después de Cisneros
  • 2. Tres opiniones autorizadas
  • 3. El ‘mito’ frente al espejo
  • 4. Factor de reconciliación
  • 5. Ecos de hemeroteca
  • 6. Protagonista de la Transición
  • 7. Homilía en los Jerónimos
  • 8. Reformador de la Iglesia española
  • Artífice de dos transiciones. Por Antonio Montero Moreno
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