Libros

Volver a la palabra de vida de Jesús


Todo se vive en el tiempo. No se trata, vale decir, de un detalle, una muletilla, una frase hecha o un tic del lenguaje; es, por lo contrario, una tesis, un principio. Nuestra fe, entonces, también se vive en el tiempo. Conviene, sin embargo, no apurarse a sacar conclusiones rápidas, de pronto vencimiento.

El hermano Genaro Sáenz de Ugarte nos recuerda en ¡Abriendo caminos! que “cada tiempo tiene su propia medida, es decir, su horizonte, su densidad”. Premisa fundamental, la pregunta, quizás obligada u obvia, sea: ¿qué tiempo nos toca? Uno de palabras evasivas, de palabras manipuladas. Dos figuras, una misma lógica: la dinámica de nuestro hoy responde al binomio evasión-manipulación. Visto de esta manera, no habría lugar más que para el pesimismo, o la resignación. El autor sugiere otro gesto, lejano a la tristeza, cercano a la alegría de la vida: el de la apertura; abrir caminos, esa es la propuesta. ¿Cómo? Volviendo a Jesús.

El hermano Genaro nos explica que “al entrar en el tiempo Jesús de Nazaret revela que el tiempo de la humanidad está llamado a madurar, a crecer: con Jesús el tiempo es tiempo de humanización (Hijo del Hombre) y tiempo de divinización (Hijo del Padre)”. Volver a Jesús es volver a su palabra; palabra de vida que nos convoca a transitar nuestra fe reconociendo y haciéndonos cargo de los tiempos que corren. Es una palabra de encuentro: palabra de comunión.

En este sentido, el hermano Genaro ofrece dos figuras para pensar la experiencia de la fe: a) la del caminante; b) la del peregrino. ¿Cuál es la diferencia? El peregrino camina en tensión hacia la meta; experimenta y descubre que, en la fe, lo invisible se adivina porque lo que se va a revelar ya está presente. Peregrinar, entonces, implica una peculiar manera de estar en el mundo, de ser en el mundo. El hermano Genaro nos ofrece una imagen: “vivir a la intemperie”; es –quizás– una palabra fuerte, que incluso puede causarnos un primer temor, propio del prejuicio, del desconocimiento. Y sin embargo el sentido es otro. “Vivir a la intemperie no es vivir perdido y abandonado. El despojo puede producir una nueva capacidad para discernir el tiempo que se vive; vivir a la intemperie puede permitir comprender mejor la realidad de lo que se vive”.

¡Abriendo caminos! un libro ágil y sustancioso, de lectura obligada para los tiempos que corren; tiempos que nos pueden dejar la sensación de ser poca cosa, en palabras del hermano Genaro. “Esa ‘poca cosa’ que somos nos puede asustar y aturdir. Pero también nos puede dejar la serenidad del que sabe que está esperando nuevas manifestaciones de una vida que es sorpresa y que por eso sostiene la esperanza. Cultivar esta esperanza es clave en estos momentos culturales cuando constatamos que nuestros proyectos pueden cambiar más rápido de lo que preveíamos”.

FRANCISCO MOYANO LARRAZÁBAL

 

¡ABRIENDO CAMINOS! Palabra de vida

Genaro Sáenz de Ugarte
Sendero Ediciones
Buenos Aires, 2015
160 pág.
Disponible en www.parmenia.com.ar

 

Actualizado
20/03/2016 | 00:00
Compartir