Libros

Ser signo y no número


Vida Religiosa y casas de formación

Hno. Fabio H. Coronado Padilla, FSC

Ediciones Unisalle

244 pp.

Cada vez es más evidente que el descenso del número de religiosos presagia una Vida Religiosa “minoritaria”, desafiada a ser significativamente evangélica, apasionada por Cristo y por la humanidad, discípula y misionera, mística y profética, despojada de un estilo de vida “acomodado” para ponerse “en salida” hacia las periferias geográficas y existenciales de la humanidad –como insiste el papa Francisco– y responder a los impostergables desafíos de “los signos de los tiempos”.

¿Qué tipo de formación se requiere para que esto sea posible? ¿Siguen siendo válidos los actuales modelos de casas de formación donde se gestan las “nuevas generaciones” de religiosos? Más aún, ¿es posible sostener la noción de casas de formación ante la creciente crisis vocacional y el impacto de los procesos de transformación cultural propios de esta época de cambios?

Estas interpelaciones constituyen el hilo reflexivo de Vida Religiosa y casas de formación. Su autor, el Hno. Fabio Humberto Coronado Padilla, ofrece respuestas en primera persona que dan cuenta de 25 años de “experiencias y reflexiones en clave lasallista” –como reza el subtítulo del libro– incluyendo su paso por diversas modalidades y etapas de la formación de los hermanos lasallistas. En su intención de analizar críticamente el pasado, el presente y el futuro de las casas de formación, como “manifestación privilegiada del ser y del quehacer de la Vida Consagrada”, reconoce que aunque se ha propuesto hacer una aproximación objetiva, este cometido “necesariamente conlleva su carga de subjetividad”.

Así se percibe en el lenguaje narrativo que se ventila en cada uno de los capítulos: sencillo, directo, profundo y creativo al mismo tiempo, con abundantes ejemplos, anécdotas, memorias y metáforas que aproximan al lector a las realidades históricas que se registran, sin dejar de ponderar los aportes de reconocidos teólogos y visionarios de la Vida Religiosa, y los originales caminos de revitalización propuestos por la CLAR en el transcurso de los últimos años, que pasan por la reconfiguración de las estructuras de animación y de formación de los consagrados.

A pesar de su talante altruista, osado y provocador, ciertamente propositivo, el autor advierte que, por una parte, “no es realista esperar que vuelvan épocas de estadísticas altas”, y por otra, “la intención del libro no es mostrar cómo debe ser la casa de formación alternativa a la que actualmente tenemos, tan solo se proponen pistas, criterios de acción, experiencias y caminos que la historia ha enseñado”.

En efecto, en su conjunto, las tres partes de la obra –compuesta por cuatro capítulos, cada una– ofrecen interesantes disquisiciones sobre los acontecimientos que han marcado a la Vida Religiosa en las últimas cinco décadas, en un arco histórico que va desde la clausura del Concilio Vaticano II, en 1965, hasta el año de la Vida Consagrada, celebrado en 2015 por iniciativa del obispo de Roma.

En la primera parte se identifican con agudeza seis modelos que han predominado o cohabitado eclécticamente (clásico, familia, inserción, inter, neoconservador y alternativo), seis movimientos espirales (Vaticano II, Aggiornamento, opción por los pobres, refundación, desencanto y ‘en salida’) y tres ondas creadoras de identidad (sacerdotes, hermanos y laicos) que han emergido en el seno de la Vida Religiosa a lo largo de los últimos 50 años, además de diez preguntas fundamentales para repensar la formación.

En la segunda parte se ofrece una lectura pedagógica de los procesos que se evidencian en las casas de formación –donde se refleja también la profunda sensibilidad del autor por el mundo de la educación– con sus retóricas, políticas, enfoques e imaginarios, sin olvidar el impacto de lo afectivo en las nuevas generaciones.

Finalmente, la tercera parte estimula la reinvención de las casas de formación, con el concurso de sus actores, –formandos, formadores, equipos de formación, comisión de formación, centro del Instituto…– y bajo la premisa de que “la nueva ruta está por ser construida a partir de lo vivido, con la condición de que cada equipo de formación responda [tres preguntas cruciales]: ¿qué dejar?, ¿qué reorientar?, y ¿qué crear?”.

Es preciso recuperar la primacía del Evangelio para “ser, cada vez más, signo y no número”, porque “la gente de nuestro tiempo no espera de los religiosos hábitos, construcciones, ni altas estadísticas; la gente está anhelosa de un testimonio sencillo, alegre, cercano y auténtico (…)”, “cerca de Dios y cerca de los pobres”. “Nos creerán por lo que nos ven vivir y no por lo que decimos ser”.

Es un libro para discernir y “poner a volar la imaginación y la creatividad”, cada quien desde su carisma y vocación.

Óscar Elizalde Prada

Actualizado
01/05/2016 | 00:00
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