Libros

‘¿Quién manda en la Iglesia?’


Una obra de Javier Elzo (PPC) La recensión es de Rafael Díaz-Salazar

¿Quién manda en la Iglesia?, libro de Javier Elzo, PPC

Título: ¿Quién manda en la Iglesia? Notas para una sociología del poder en la Iglesia católica del siglo XXI

Autor: Javier Elzo

Editorial: PPC

Ciudad: Madrid, 2016

Páginas: 328

RAFAEL DÍAZ-SALAZAR | El autor de este libro es uno de los sociólogos más notables en España y un laico cristiano con pensamiento profundo. La libertad de espíritu y la sensatez se unen en él para afrontar cuestiones importantes: quiénes tienen el poder en la Iglesia y cómo lo ejercen; en definitiva, quiénes mandan y quiénes son dominados y excluidos en la adopción de decisiones que afectan a todo el pueblo de Dios.

El interés inicial de esta obra radica en que la Iglesia es analizada desde una ciencia social. A cualquier institución le debería interesar saber cómo es vista desde fuera. Los primeros capítulos están dedicados a la sociología del poder en la Iglesia. Con gran acierto, Javier Elzo utiliza la sociología de la dominación de Max Weber y la aplica a la Iglesia católica. En esta institución predomina un sistema de dominación tradicional, muy jerarquizado, basado más en un poder que exige obediencia que en una autoridad que nace del reconocimiento de un carisma o de un sistema comunitario deliberativo que adopta normas y exige rendición de cuentas.

La sociología de las organizaciones es muy relevante para la Iglesia. Conviene conocer las formas diversas que todo grupo humano complejo puede elegir a la hora de articular su modo de funcionamiento interno.

Es muy interesante el capítulo dedicado al análisis comparado de las formas de ejercer el poder en las Iglesias ortodoxa, protestante y católica. Muestra la relevancia de un ecumenismo dispuesto a aprender de otras formas de organización eclesial. A lo largo de la historia se han dogmatizado y sobrecargado de teología roles ejercidos por miembros de la Iglesia. También se han heredado y sacralizado formas de dominación eclesial que impiden tomas de decisión comunitaria. La sociología de ciertas teologías que se elaboran como ideologías del poder eclesial podía haber sido desarrollada en el libro.

Hubiera sido conveniente analizar las formas de deliberación, toma de decisiones y organización interna de muchas congregaciones religiosas católicas. Si sus prácticas se extendieran, irrumpiría un modelo comunitario con menos dominación por unas élites eclesiásticas y patriarcales. El poder eclesial sería transformado.

Poder transformado

El capítulo 6 –titulado ‘¿Quién decide en la Iglesia? ¿Hay democracia en la Iglesia?’– es el gozne entre el análisis del sistema de poder eclesial y la propuesta de un modelo de Iglesia en red. El análisis sociológico se complementa con una reflexión inspirada en grandes teólogos, especialmente Rahner y Congar, y en textos y prácticas del papa Francisco. También está presente el gran conocimiento que tiene Elzo del pensamiento cristiano francés y su acción como laico en la Iglesia local de Guipúzcoa.

El presente libro tiene una intencionalidad práctica: qué hacer para que todos los miembros de la Iglesia católica puedan tener incidencia a la hora de tomar decisiones sobre cómo se organiza internamente su Iglesia y cómo actúa en la sociedad.

Lo primero es deconstruir un sistema de dominación en el que el poder está sumamente concentrado en el papa, los obispos y los presbíteros. Todavía hoy la orientación de las diócesis está determinada por el nombramiento de un tipo u otro de obispo sin participación de la Iglesia local. Elzo, basándose en Rahner, propugna la desclericalización de la Iglesia. En un capítulo dedicado a los laicos, muestra la debilidad de los canales existentes para que puedan tener una incidencia fuerte en las decisiones eclesiales.

En la parte final del libro se realizan propuestas para construir una Iglesia representativa de su universalidad. Las principales son una limitación temporal del ejercicio del ministerio de los obispos y del papa, una transformación de la Curia vaticana, una mayor autonomía de las Iglesias locales basada en un modelo en red con el nodo central de un papado “no centralizador”, una corresponsabilidad efectiva que dote de poder real de decisión a los laicos, un empoderamiento de las mujeres, un sínodo mundial desclericalizado en el que estén representados todos los sectores eclesiales. Elzo presenta propuestas concretas para hacer viables sus planteamientos y explora con mucha inteligencia las aportaciones del papa Francisco a un cambio estructural en la Iglesia.

Una comunidad con presbíteros y obispos no es lo mismo que una organización clericalizada y patriarcal. La Iglesia tiene un cáncer: el eclesiasticismo. Este libro formula una buena radioterapia para ir superándolo.

En el nº 2.996 de Vida Nueva

Actualizado
08/07/2016 | 00:30
Compartir