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‘Qué se sabe de… Pablo en el naciente cristianismo’


Un libro de Carlos Gil Arbiol (Verbo Divino) La recensión es de Jaime Vázquez Allegue

Qué se sabe de… Pablo en el naciente cristianismo, Carlos Gil Arbiol (Verbo Divino)

Título: Qué se sabe de… Pablo en el naciente cristianismo

Autor: Carlos Gil Arbiol

Editorial: Verbo Divino

Ciudad: Estella, 2015

Páginas: 283

JAIME VÁZQUEZ ALLEGUE | La colección Qué se sabe de…, de la editorial Verbo Divino, ha lanzado ya una serie de títulos muy sugerentes y, a la vez, de máxima actualidad, que acercan al lector a distintos ámbitos de los estudios (historia, espiritualidad, arqueología, ciencias sociales…) y corpus (Jesús, Profetas, Evangelios, Apocalipsis, Qumrán…) bíblicos. Una colección ambiciosa, que sabe conjugar la alta divulgación con la presentación del estado actual de la investigación. Con acierto y rigor, la colección coordinada por Carlos Gil Arbiol llega al lector en un momento en el que resulta necesario hacer un alto en el camino para conocer lo que se sabe de cada cosa. En cierto sentido, estos libros suponen un antes y un después. Nos sitúan ante lo que se ha dicho, lo que se está diciendo para, desde ahí, comenzar a decir cosas nuevas.

Precisamente es Carlos Gil –profesor titular de Nuevo Testamento en la Facultad de Teología de Deusto y uno de los grandes conocedores de la literatura cristiana primitiva, de los orígenes del cristianismo y de la figura de Pablo de Tarso y el contexto en el que nace la Iglesia– el autor de este Qué se sabe de… Pablo en el naciente cristianismo. Nos encontramos ante una obra escrita por un experto en san Pablo, en su literatura y en los primeros escritos cristianos. Un privilegio al que se une su claridad y precisión al exponer los argumentos.

Razón que lleva al autor a mostrarnos una imagen de Pablo nueva y novedosa. Y es que Pablo, una de las figuras más paradójicas e influyentes en la historia de la humanidad, merece un tratado particular, como hace el autor a la luz de sus escritos y de la repercusión que estos tuvieron desde el siglo I. No olvidemos que el primer escrito cristiano (la primera carta a los Tesalonicenses) es obra del Apóstol. Una obra que Gil conoce bien, como puso de manifiesto en su comentario Primera y segunda carta a los Tesalonicenses (Verbo Divino, 2004).

Visiones sesgadas

El autor recuerda que el Apóstol tuvo un papel indiscutible en el naciente cristianismo, pero, con frecuencia, ha sido interpretado desde prejuicios y a la luz de sus propios intérpretes. En cierto sentido, Pablo ha sido objeto de todo tipo de tergiversaciones y manipulaciones. Visiones sesgadas y descontextualizadas que han hecho de su figura un salvador y, a la vez, un traidor. El propio Gil lo explica desde quienes lo han convertido en el fundador del cristianismo a quienes lo han tachado de traidor al judaísmo.

Quienes lo han imaginado como un revolucionario romano y quienes lo han identificado con un filósofo y teólogo. Y, aunque la mayor parte de esas imágenes se fundamentan en algún dato histórico, en realidad confirman la complejidad del estudio de su figura.

Esta obra no tiene notas, no incluye palabras griegas ni en otros idiomas. No es un libro de exégesis. No es una biografía de Pablo. Tampoco es un estudio sobre su obra y la de sus seguidores. En realidad, es un acercamiento a su figura en el momento que le tocó vivir. El autor presenta a un Pablo que quiso restaurar el judaísmo volviendo a sus raíces, tal y como lo había descubierto en el paradójico hecho de la muerte de Jesús. Renovar el judaísmo a la luz del mensaje de Jesús era crear una nueva visión de la tradición, de la identidad, de la cultura. Era, en realidad, la creación de la Iglesia y su puesta en marcha. Una reforma del judaísmo, aderezada por otros muchos elementos, que dio lugar al nacimiento del cristianismo del que Pablo fue impulsor, artífice y garante.

La obra de Gil nos sitúa ante el estado actual de la investigación sobre la figura de Pablo de Tarso en el naciente cristianismo. La primera parte, donde se pregunta cómo hemos llegado hasta aquí, ofrece una visión de conjunto de las perspectivas y corrientes que han estudiado la figura del Apóstol. La segunda desarrolla los aspectos centrales del tema: el proyecto de Pablo enraizado en su experiencia religiosa, plasmada en la puesta en marcha de asambleas de creyentes. En la tercera, el autor plantea cuestiones abiertas como el desarrollo y la formación del proyecto paulino a través de la reconstrucción de su memoria, de su figura y de sus escritos.

La obra se cierra con una serie de reflexiones sobre la influencia de Pablo en las sociedades actuales. Cada uno de los capítulos finaliza, a su vez, con una síntesis bibliográfica de los referentes más importantes en la investigación. Pero, además, la obra concluye con una selección bibliográfica comentada por el propio autor en la que se sitúan los títulos de cabecera para acercarse a esta figura clave en la historia del cristianismo.

En el nº 2.969 de Vida Nueva

Actualizado
18/12/2015 | 00:33
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