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LIBROS: Diagnóstico de la Iglesia y de la Argentina


Muchas veces, se trata de coordenadas de las que poco se conoce lo que ya de por sí genera expectativas. Entonces, cuando se abre una puerta y se accede al mundo privado de un obispo, sus experiencias personales que estuvieron tan ligadas a la historia grande de la Argentina (su país natal), la lectura se hace muy gánica. Con una fruición inesperada, este libro me absorbió y les auguro a los futuros lectores esa misma experiencia.

En 37 capítulos (cortos y sabrosos) y con una introducción en la que queda muy claro el expreso respeto que Jorge Casaretto, obispo emérito de San Isidro, tiene por sus lectores, no deja tema de nuestro país y de su propia vida por abordar.

Frases como “cuando el gobierno de Perón cayó, también el cardenal Copello terminó, ciertamente con dolor, su misión en Buenos Aires”, o “si yo hubiera tomado al pie de la letra esa advertencia –se refiere a la advertencia que le hiciera un cura amigo del autor, unos días antes de ordenarse sacerdote: “Mirá, Jorge, si te ordenás sacerdote hacelo solo para trabajar entre los pobres. No te dejes atrapar por la estructura eclesiástica que te va a aburguesar. Hoy la gran disyuntiva es: o estás con los pobres o estás contra los pobres”–, sin matizarla, es posible que mi nombre estuviera hoy integrando la larga lista de desaparecidos de los años más trágicos del siglo XX argentino”, o “muchas veces, los sacerdotes ante situaciones similares abandonan su ministerio. Fernando [Bargalló] expresó públicamente su arrepentimiento y su deseo de seguir adelante aceptando la misión que la Santa Sede le asignara. En eso está y seguimos comunicados. Nuestra amistad persevera”. Estos testimonios del obispo son verdaderos diagnósticos, tanto de los tiempos de la Iglesia en Argentina como de la Argentina misma.

Casi como un defecto de mi trabajo, leí con lupa los párrafos ─especialmente el capítulo 28─ dedicados a la comunicación y a los medios. Su paso como presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social del episcopado fue tan fructífero como visible: formó equipos y delegó con pericia, detectó y desarrolló carismas en comunicación en todo el país, trabajó en red ad intra la Iglesia y, sobre todo, estimuló las tareas de los agentes pastorales de comunicación de obispados y arzobispados con la realización de encuentros a nivel local, regional y nacional, confiando en que en nuestra Argentina profunda había mucho para dar y compartir.

Casaretto no elude, más bien enfrenta desde su texto la relación de la Iglesia con todos los gobiernos. Es interesante su reflexión sobre Julio De Vido y Néstor Kirchner, las actividades de Cáritas que vinculan necesariamente a esa prestigiosa institución eclesial con organismos gubernamentales y también el manejo de fondos para obras compartidas.

De redacción sencilla, apta para todos y todas, y en 272 páginas, este texto sacia la sed de novedad tanto sobre la vida del obispo como la de su país, con historia, anécdotas y crocancias de actualidad.

VIRGINIA BONARD


Nuestro país, nuestra Iglesia: nuestro tiempo. Crónicas de un pastor.
Jorge Casaretto
Editorial Claretiana
Buenos Aires, 2016
272 páginas

Actualizado
26/06/2016 | 00:00
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