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ENTRE PALABRAS: ‘La granja humana’, de Jorge Bustos


La granja humana  Autor: Jorge Bustos

 

Título: La granja humana

Autor: Jorge Bustos

Editorial: Ariel, 2015

Ciudad: Barcelona

Páginas: 285

LUIS RIVAS | El librepensador siempre ha necesitado del centrismo para resistirse a las fuerzas centrífugas de los dogmáticos y regresar una y otra vez al equilibrio, a la mesura. Una mimetización como de insecto, para poder cantar las verdades cual Pepito Grillo. En los campos narrativos, arrasados directamente por la quema de libros o esterilizados con sutileza por la censura, el caballo de Troya para sortear la estigmatización en nuestros días sigue siendo la fábula, ese pequeño relato con expresa pretensión moralizante que mejora a los seres humanos tras revestir con sus propias miserias la piel de unos simpáticos animalillos antropomorfos.

O no, porque habrá quien acometa estos apólogos buscando reforzar la evidencia de que la equiparación con el hombre denigra siempre a la bestia y, quién sabe, salga de ellos cambiado para siempre. He aquí la verdadera utilidad de este género en apariencia inocuo: la penetración de las líneas rojas de la corrección política, roma a las más punzantes ironías, y el desnudo y cuestionamiento de determinados tabúes de nuestra sociedad, como el animalismo, el ecologismo, el feminismo y otras doctrinas de sufijo común que florecen sobre la amenaza del ostracismo.

Jorge Bustos

Jorge Bustos

La granja humana emerge ante el lector como una lúcida colección de ensayos que apela desde su propio título a este nuestro estado orwelliano de las cosas, que parte de los más grandes fabulistas –¿confabuladores?– de todos los tiempos –desde Esopo hasta Bierce, pasando por Jean de la Fontaine, Schopenhauer, Kafka o Monterroso– para poner en solfa las verdades oficiales de hoy con rigor, brillantez y amenidad.

En su adaptación de los clásicos a la problemática actual, Jorge Bustos (Madrid, 1982) combina la agudeza que exhibe habitualmente en su columna de El Mundo con un homérico esfuerzo de contención que le evita desembocar en la sátira, pues la alerta lanzada por David Foster Wallace sobre la ironía posmoderna se coloca como un faro a lo largo de toda la obra: “El sarcasmo ha pasado de liberar a esclavizar. Una vez que hemos desnudado las realidades desagradables mediante nuestra ironía, ¿qué hacemos? Aparentemente, lo único que queremos hacer es seguir ridiculizando las cosas”.

Con semejantes mimbres, el autor, Premio Nacional en Teoría de la Literatura y Filología Clásica, combina su extraordinario conocimiento del mundo grecolatino con la experiencia adquirida en sus años de cronista parlamentario, acometiendo la crítica y la propuesta como lo hubiera hecho el mismísimo Esopo de haberse cruzado con Mariano Rajoy o Pablo Iglesias.

Historietas moralizantes

Estructurado en cinco epígrafes –Populismo, Corrupción, Vieja política, Ciudadanía y Otras bestias–, el libro recurre a 58 historietas moralizantes para hilar otros tantos ensayos de profundidad, barrenando con irreverencia las no menos clásicas dicotomías igualdad-libertad y derechos-deberes que gobiernan la pugna entre izquierdas y derechas. Convencido de la obligación moral del momento –abre el texto la cita clásica de Rousseau: “Quienes quieran tratar por separado la política y la moral nunca entenderán ninguna de las dos”–, la equidistancia y la tibieza no son una opción, ni la estigmatización y el ostracismo, amenazas ante las que se pueda ceder.

Como es natural en las inteligencias más finas, cada paso en la abstracción se presenta al lector como un movimiento claro, sencillo e ineludible, tendiéndole a uno una muleta que lo llevará hasta el desenvolvimiento final de la argumentación. La reivindicación de la desigualdad por mor de la excelencia, y, muy especialmente, las cuentas que La granja humana reclama al ciudadano por sus decisiones, actitudes, comportamientos y posteriores exigencias a sus representantes hacen de este libro un manual de la subversión para aquellos que tienen sus prejuicios perfectamente cuadrados.

Desde una fascinación inusual en las novedades editoriales, podemos decir que La granja humana es el desembarco deslumbrante en el mundo de la literatura de uno de los periodistas con mayor talento de la prensa española, que ha querido dejar por escrito su presentación intelectual ante lo efímero del pensamiento del tertulianismo al uso.

Y, sin duda, lo ha logrado con esta colección de ensayos de erudición abrumadora, estilo preciso y finísimo y una hondura de pensamiento que fascina encontrar en un joven de 32 años, y que lo ha situado en la senda abierta por Montaigne. Entiéndase bien la comparación, pero sería verdaderamente positivo y alentaría las esperanzas en el mundo de hoy que un libro de semejante calado se abriera hueco entre nosotros. Habrá que seguirle la pista al joven Bustos.

En el nº 2.947 de Vida Nueva.

Actualizado
26/06/2015 | 03:56
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