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‘El papado en la Iglesia y en el mundo de hoy’


Un libro de Diego Tolsada (Coord.) (PPC, 2014). La recensión es de Jesús Martínez Gordo

El papado en la Iglesia y en el mundo de hoy, libro de Diego Tolsada, PPC

Título: El papado en la Iglesia y en el mundo de hoy

Coordinador: Diego Tolsada

Editorial: PPC, 2014

Ciudad: Madrid

Páginas: 216

JESÚS MARTÍNEZ GORDO | A lo largo el curso 2013-2014, el Centro Marianista de Formación ha organizado un ciclo de conferencias en torno al papado, buscando centrar la mirada no en “la anécdota”, sino en la “categoría”, tal y como recuerda Diego Tolsada en la presentación de este libro, en el que se recogen las intervenciones habidas. Una vez leída la publicación, es preciso reconocer que el objetivo ha sido alcanzado. Y con creces.

Las aportaciones de Severiano Blanco (“Fundamentos bíblicos del ministerio de Pedro”) y Fernando Rivas (“El primado de Pedro en la antigüedad. Siglos I-V”) finalizan con sendos apartados de conclusiones gracias a los cuales es posible percatarse de los acentos y progresos de cada época. Y también del lento, pero imparable, asentamiento del ministerio petrino en los primeros tiempos de la Iglesia.

Mientras S. Blanco centra su atención en mostrar cómo se van poniendo los cimientos de esta institución en los evangelios, F. Rivas muestra su larga y compleja andadura atendiendo a los equilibrios en medio de los cuales se va consolidando posteriormente: entre el respeto a la singularidad local y la apertura a la universalidad, entre el cuidado de lo institucional y la atención al carisma, entre la comunión entendida como pacífica estabilidad o como movilizadora misión, entre el control directo y la casación (cuando el acuerdo resulta imposible entre semejantes), etc. En ambas aportaciones resuenan cuestiones que, afrontadas por primera vez hace casi dos mil años, siguen siendo de enorme actualidad.

Juan Mª Laboa analiza “El papado entre el Medioevo y la actualidad”. El suyo es un capítulo que va “enganchando” al lector a medida que se adentra en el estudio de los pontificados más recientes. Y, sobre todo, en los de Pío XII y Pablo VI. Concretamente, llama la atención el análisis que ofrece del papa Montini: crítico y, a la vez –si se me permite la expresión–, “compasivo”.

Sin dejar de reconocer que su mayor error fue la búsqueda de una imposible unanimidad en el Concilio Vaticano II (algo que acabó aupando al gobierno eclesial a la minoría conciliar), ofrece un balance final bastante positivo: posibilitó una Iglesia más plural y abierta, madura y libre, mejor formada en la Escritura, con una espiritualidad más interiorizada y con un número considerable de laicos bien formados.

Santiago Madrigal expone la doctrina del primado estudiando la unión que, a partir del Vaticano I, se establece entre el dogma de la infalibilidad ex cathedra y los cánones sobre el poder de jurisdicción universal del papa.

En el Vaticano II, estudia la superación –al menos teológica– del unipersonalismo (activado desde 1870) gracias a la doctrina sobre la colegialidad (constitución dogmática Lumen Gentium, 1964). Y, llegando hasta nuestros días, ofrece un acertado análisis de la fallida recepción de la doctrina conciliar sobre la catolicidad y la universalidad, así como sobre la manera de comprender el primado que vehicula cada modelo: un primado colegial entiende que la Iglesia es “católica” porque es comunión de Iglesias locales (communio Ecclesiarum) que, presididas por los sucesores de los Apóstoles, fundan y favorecen un gobierno y un magisterio normalmente colegiales (collegium episcoporum). Así es “universal”.

En cambio, un modelo “universal” acaba concibiendo la Iglesia como una especie de multinacional, necesitada de un centro fuerte (el Vaticano), que nombra obispos-delegados para sus circunscripciones (que no diócesis) dispersas por todo el mundo y que reserva el título de vicario de Cristo en exclusiva para el obispo de Roma. La universalidad es concebida a partir de un centro firme y de unas “periferias” sometidas y subordinadas. Nada que ver con lo propiamente “católico”.

La aportación de María del Carmen Márquez Beúnza (“El papado en la era de la globalización. Ecumenismo, dialogo interreligioso, diálogo con las culturas”) es un excelente y documentado trabajo sobre algunos de los muchos y, a veces, audaces pasos dados en el posconcilio por los papas en todo lo referente al diálogo ecuménico e interreligioso y a lo que se podría catalogar como el diálogo con el mundo y con las diferentes culturas (inculturación). La autora presenta una información detallada sobre las cuestiones en juego que abrirán, sin duda, el interés a quienes se acerquen a ellas.

Etapa Francisco

El libro lo cierra José María Arnaiz con una exposición de los objetivos del actual pontificado (“Con el papa Francisco, otra Iglesia es posible”). Su tesis de fondo es que “con el papa Francisco tenemos un nuevo modelo del ejercicio del papado y con él nos llegado el papa que necesitábamos y creo que el que nos merecíamos” (p. 172).

Son páginas en las que se encuentran claves para entender, por ejemplo, la inusitada “rebelión” de algunos cardenales antes y después del Sínodo Extraordinario de 2014 y sobre el supuesto gobierno “despistante” –al decir de los mismos– del actual Papa. También ayudan a ubicar la crítica de algunos teólogos sobre la –igualmente, supuesta– baja calidad doctrinal de los pronunciamientos de este pastor “venido del fin del mundo”.

Son páginas que, además de ubicar las críticas reseñadas (la gran mayoría, más elitistas, eurocéntricas y desairadas que argumentativas), permiten comprender la “revolución” –tan necesaria como urgente– que se está produciendo estos últimos años en la Iglesia católica, contando ¡por fin! con el apoyo del Papa. Y esto –como buscaba Tolsada en la presentación– ya no es una “anécdota”, sino una “categoría”. Y, además, de largo alcance.

En el nº 2.930 de Vida Nueva

Actualizado
20/02/2015 | 04:10
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