Libros

‘Caminar años arriba’


Una obra de José Mª Fernández-Martos y Dolores Aleixandre (Sal Terrae). La recensión es de Pedro Armada, SJ

Caminar años arriba,  José Mª Fernández-Martos, Dolores Aleixandre

Título: Caminar años arriba

Autor: José Mª Fernández-Martos, Dolores Aleixandre

Editorial: Sal Terrae

Ciudad: Santander, 2015

Páginas: 248

PEDRO ARMADA, SJ | Estarás de acuerdo conmigo, querido lector, en que el título es sugerente. Y, además, tiene la virtud de ponernos en la pista sobre lo que viene después. Años arriba, años cuesta arriba, años que hay que caminar. Pero ¿cómo? En los últimos tiempos han proliferado libros, consejos, powerpoints y otros inventos que tratan de guiarnos, orientarnos, a veces animarnos, por los senderos de la edad madura o avanzada. Es lógico. La esperanza de vida va en aumento en nuestras sociedades, la pirámide de edades se va invirtiendo, el porcentaje de jubilados o mayores no para de crecer.

José María Fernández- Martos y Dolores Aleixandre son dos personas bien conocidas en ámbitos religiosos y académicos. También dos personas con gran carga de humanidad y sentido del humor. Y también –como todos– van cumpliendo años. Ya jubilados, reflexionan sobre estos temas de la edad avanzada. Y han escrito y conferenciado mucho sobre ellos. A lo mejor se apartan de los consejos habituales, porque los suyos brotan de la Palabra de Dios, del corazón, del conocimiento de la psicología, de la poesía, de la experiencia religiosa y de una larga existencia madurada y gozosa.

No es un libro sistemático, porque es un mosaico de teselas puestas unas junto a otras para componer un dibujo, no muy “cartesiano” quizás, pero sí muy sugerente y original. Sorprendente a ratos. Cada capítulo es una experiencia diferente, original, luminosa. No seguimos un camino lineal. Como el águila que explora el territorio, vamos volando en círculos, escrutando desde lo alto. Por eso puede ser útil para personas muy variadas, no solo para un público monocolor. Por eso puede leerse entero o por partes. Por eso puede dar pistas para pensar. O para contemplar. O para revisar y mirar después hacia delante. O para muchas cosas más.

Es un libro altamente recomendable, más para quien esté familiarizado con la Palabra de Dios. Pero es un libro que hay que “animarse” a leer. Porque los más jóvenes pueden pensar que es solo para mayores. Y no. Y los más mayores pueden creer que todavía es pronto para leer estas cosas. Y tampoco.

Es recomendable porque nos hacen falta llamadas cariñosas y miradas realistas sobre nuestras edades. Necesitamos que alguien nos diga que sería mejor que dejáramos de conducir o que nos animemos a explorar otros caminos distintos. Porque nosotros parece que no los vemos, o no nos damos cuenta.

La afirmación “me ha dicho el médico que estoy mejor que nunca”, pronunciada no precisamente por un joven de 30 años, suele despertar una sonrisa semioculta alrededor. Y nos viene bien que alguien pase de esa sonrisa a una invitación. Y que nos entregue su reflexión y su experiencia personal, su oración y sus miedos, sus limitaciones y esperanzas. Sus luces para recorrer mejor el sendero. Para Caminar años arriba acompañando a los autores. Y es muy de agradecer.

En el nº 2.955 de Vida Nueva

Actualizado
11/09/2015 | 00:29
Compartir