Editorial

Vida nueva para la Iglesia

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En cada número que pasa sentimos que nuestra edición para el Cono Sur de Vida Nueva tiene mucho para mostrar, mucho para decir, mucho para dar voz a los que no tienen voz. Porque desde sus inicios en España hace 60 años Vida Nueva siempre caminó al lado de la Iglesia, acompañando las preocupaciones y los desafíos del Pueblo de Dios, siendo parte de los aciertos y los sinsabores de una institución milenaria.

Aunque nuestra edición para el Cono Sur aún es joven, estos cinco años que hoy celebramos con estos primeros 100 números son muestra de que nuestra Iglesia sigue siendo inquieta y cambiante. En este tiempo muchas son las cosas que han hecho vibrar a la Iglesia. Desde la renuncia de Benedicto XVI, el primer Papa en dimitir en 598 años –el último en hacerlo había sido Gregorio XII en 1415–, hasta la elección de Francisco, el primer Papa en la historia de la Iglesia no europeo, latinoamericano, argentino.

Desde la visita a la isla italiana de Lampedusa, hasta los viajes apostólicos a Lesbos, a Cuba, a Estados Unidos, a Ecuador, a Bolivia, a Paraguay. Su cercanía a la gente, su mensaje de fraternidad hacia los que más sufren, su clara denuncia contra este sistema económico que mata.

Desde los rumores de reformas en la curia vaticana y en el banco ambrosiano, hasta Evangelii gaudium, su hoja de ruta para el pastoreo de la Iglesia universal, llena de alegría y de vida, pero también repleta de problemas complejos y difíciles de resolver.

Desde los mensajes claros y concisos sobre la vida, sobre el trabajo y sobre el cuidado de la naturaleza, hasta Laudato si’, su encíclica en donde reclama mayor compromiso ante la urgente necesidad de cuidar el planeta y en donde hace un fuerte llamado de atención sobre las reformas energéticas y sobre el consumismo desmedido que profundizan el cambio climático.

Desde los esperados y resistidos sínodos para la familia hasta Amoris laetitia, un extenso texto dirigido a los esposos, a los hijos, a las familias, a los pastores, a la Iglesia.

Todo esto –sólo por nombrar algunas de tantos otros acontecimientos vitales para nuestra Iglesia– ocurrió en estos últimos cinco años, y la edición para el Cono Sur de Vida Nueva las ha podido registrar y retratar para compartir con la comunidad de lectores que añoramos que sean cada vez más.